'Nostromo', su imposible sueño español
La obsesión, ya fatalmente sueño imposible, que mantuvo a David Lean en vilo durante los últimos cuatro años, se resume en una sola palabra: Nostromo, título de la novela de Joseph Conrad que el cineasta estaba empenado en filmar. Y además quería rodar la mayor parte en Almería, adonde viajó varias veces en ese tiempo.Lo tenía todo. Guión de Robert Bolt; presupuesto que rondaba los 4.000 millones de pesetas; actores entusiastas por volver a vabajar con él, como Peter O'Toole; y hasta la palabra de Marlon Brando de que "estudiaría su posible participación", según declaró Miguel Ángel González, que iba a ser el jefe de producción. El actor español Fernando Rey también estaba estudiando su participación, así como el director de fotografía José Luis Alcaine. Nostromo se iba a rodar en España porque David Lean había quedado "muy satifecho", dijo, de sus rodajes anteriores en tierras espanolas: Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago.
Pero, a pesar de esa suma de voluntades, nombres prestigiosos y dinero -tanta era la pasión de Lean por rodar Nostromo que hasta iba a Invertir sus ahorros-, no ha sido la muerte quien ha impedido a David Lean convertir en realidad su sueño de Nostromo, sino que los responsables han sido las compañías aseguradoras que, debido a la avanzada edad y frágil salud del cineasta, se negaron a asegurar el rodaje.
Hasta el verano pasado, cuando Lean contrajo una neumonía, él y su equipo -entre ellos el productor francés Silberman-, ensayaron todo tipo de fórmulas para convencer a las compañías de seguros de que el cineasta era capaz de Finalizar el rodaje. Y es que éstas, las aseguradoras, no fian a los cineastas de avanzada edad. El precedente más conocido de esta política es el de Billy Wilder, que ya ha renunciado a volver a rodar, cansado de intentar convencerles de que le fíen.
David Lean ensayó varias fórmulas, corno contratar a un director suplente. Los candidatos fueron Arthur Penn (le ofrecía un millón de dólares), el austriaco Axel Corti y el británico Guy Hamilton, que acabó aceptando y hasta recorrió los desiertos de Almería el pasado mes de diciembre.