''No hay que crucificar a Maradona", afirma Menem
El presidente del Gobierno argentino, Carlos Menem, afirmó ayer que "no hay que crucificar" a su compatriota y futbolista Diego Armando Maradona, quien regresó el pasado martes a Buenos Aires tras haber dado positivo por cocaína en un control antidopaje después del partido Nápoles-Bari, de la Liga italiana.
"Creo que éste es el momento de ayudar a Diego, ya que, mientras no haya una condena judicial, siempre existe la presunción de inocencia", dijo Menem en alusión a las denuncias de haberse drogado que pesan sobre el jugador. El político agregó que va a meditar "con mucha serenidad" sobre si pide o no a Maradona que renuncie al cargo de asesor honorarlo y embajador de la imagen argentina que le otorgó poco antes de comenzar la fase final del Campeonato del Mundo de Italia 90. Con todo, admitió que "es cierto que el caso Maradona le hace un enorme daño al país", pero pidió a los argentinos que no le crucifíquen" porque "no se puede hacer eso después de haberlo elevado al pedestal de ídolo intocable".Maradona festejó a su llegada el cumpleaños de su hija mayor, Dalma Nerea, y se encuentra alojado en el apartamento que posee en el barrio bonaerense de Palermo Chico, aunque tiene previsto comprarse una nueva casa. Su intención es irse de pesca, en compañía de su padre, a Esquina, una localidad situada a 900 kilómetros al noroeste de Buenos Aires y viajar a Estados Unidos para presenciar algunos combates de boxeo, según su apoderado, Marcos Franchi, quien aseguró que para plantearse la posibilidad de que Maradona se incorpore al Boca Juniors "hay que esperar a ver cuál es la sanción" que le aplicará la federación italiana". El abogado napolitano Angelo Cerbone, defensor del ex guardia jurado Pletro Rugllese, quien declaró que su novia había llevado un "extraño paquete" a Maradona, ha denunciado al fiscal de Nápoles, Vittorio Sbordone, por "omisión" al permitir la marcha del centrocampista a su país.
