Moscú considera "peligroso" el desarrollo de la crisis del Golfo

La Unión Soviética saludó ayer el encuentro entre el secretario de Estado norteamericano, James Baker, y el ministro de Exteriores iraquí, Tarek Azlz, y reafirmó que está por la solución pacífica de la crisis del golfo Pérsico. El viceministro de Exteriores soviético, VIadímir Petrovski, se reunió ayer con los embajadores de Alemania y Canadá para discutir "el peligroso desarrollo de la situación en la zona del golfo Pérsico".El día anterior, el dimitido ministro de Exteriores Edward Shevardnadze se había entrevistado con el embajador de EE UU, Jack Matlock, con el que también discutió sobre l...

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La Unión Soviética saludó ayer el encuentro entre el secretario de Estado norteamericano, James Baker, y el ministro de Exteriores iraquí, Tarek Azlz, y reafirmó que está por la solución pacífica de la crisis del golfo Pérsico. El viceministro de Exteriores soviético, VIadímir Petrovski, se reunió ayer con los embajadores de Alemania y Canadá para discutir "el peligroso desarrollo de la situación en la zona del golfo Pérsico".El día anterior, el dimitido ministro de Exteriores Edward Shevardnadze se había entrevistado con el embajador de EE UU, Jack Matlock, con el que también discutió sobre la crisis del Golfo. En estas oportunidades, al igual que en muchas otras después de la renuncia de Shevardnadze, los soviéticos han insistido que su política exterior no cambiará, y que siguen apoyando las resoluciones de la ONU.

Sin embargo, el interinato de Shevardnadze limita, en cierta medida, el alineamiento de la URSS con Occidente. Una de las principales críticas que le hacen a Shevardnadze los conservadores es justamente este alineamiento con Occidente y con EE UU en primer lugar, el haber permitido la pérdida de sus aliados socialistas en Europa del Este y la postura irreconciliable en contra de la invasión iraquí.

Los ánimos contra cualquier intervención militar en Irak son sumamente fuertes en la Unión Soviética. Así lo demuestran las críticas hechas a Shevardnadze por el Grupo Soyuz, uno de los más influyentes en el Parlamento.

También los antisemitas están en contra de una guerra contra Irak, pero el factor musulmán, sin embargo, es el más importante en la oposición de la URSS a un conflicto armado en el Golfo.

Seis de las repúblicas federadas que integran la Unión Soviética son de cultura islámica y no se descarta que, en caso de que estalle la guerra, haya manifestaciones espontáneas de apoyo a Husein.

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