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Los veterinarios denuncian la moda de poseer animales exóticos y su tráfico ilegal

Antonio Borregón, presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, institución organizadora de las jornadas Animalia 90 dedicadas a analizar la situación de los animales exóticos en nuestro país, afirma que "en las casas particulares españolas existen cientos de miles de aves exóticas, entre ellas más de 100.000 loros y unos 60.000 ofidios", y que su número está aumentando si se tienen en cuenta las solicitudes de importación y el trárico ilegal de especies.

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'No tienen ni idea"

Los veterinarios reunidos en las jornadas Animalla 90, que concluyeron ayer en Madrid, han denunciado los riesgos sanitarios y ecológicos que entraña poseer animales exóticos y la ineficacia de la Administración para frenar su tráfico ilegal.Para hacerse una idea del volumen de esta moda baste decir que, según datos del Ministerio de Agricultura, entre enero y septiembre de 1990 se han solicitado autorizaciones zoosanitarias para importar más de 875.000 aves exóticas; 6.261 serpientes, lagartos e iguanas; más de cinco millones de tortugas y 18.000 ardillas mapaches, y que sólo en 1989 la aduana del aeropuerto de Barajas (Madrid) registró la importación legal de 123.575 aves exóticas, 155.430 tortugas enanas, más de dos millones de peces tropicales, 980 animales de zoo y más de 8.000 reptiles.

A estas cifras hay que añadir todos los que entran en España de forma ilegal, "fundamentalmente a través de Canarias, Andalucía y Levante y los pasos fronterizos terrestres con Portugal, procedentes de África y América Latina", según dice Miguel Angel Valladares, portavoz de Adena. Esta organización conservacionista acusa de la demanda a la industria del calzado y del cosmético, a las tiendas de animales y a los coleccionistas.

Sus consecuencias, aparte de ser una de las causas de extinción de la especies en sus países de origen, van desde las epidemias de peste hasta riesgos para la propia salud del dueño del animal exótico. Antonio Borregón pone el ejemplo de la peste equina "surgida a partir de la entrada en España de cebras de Namibla a través de Lisboa" y advierte que de seguir las cosas así, "después de la peste porcina africana y la equina llegarán otras". En cuanto a los riesgos sanitarios, Pedro Gómez Ballesteros, veterinario del servicio de Inspección

Sanitaria de la aduana de Barajas, señala que "la psitacosis, enfermedad propia de los loros, se contagia a los hombres afectando a las vías respiratorias y que los primates pueden transmitir el virus de la hepatitis B y herpes".

Para 1988, las estadísticas oficiales cifran en unos 5.000 millones de pesetas el volumen de importaciones legales de especies, productos y manufacturas de origen animal sujetas al Convenio para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), al que España se unió en 1986.

En cajas de zapatos

Gómez Ballesteros destaca que los animales objeto del tráfico ilegal son transportados en condiciones deplorables como en "botes de cola-cao, cajas de zapatos, bolsas de deportes, confundidos entre la ropa de las maletas y hasta en el pelo", y que en nuestro país el calvario de los animales continúa una vez incautados. "En España sólo existen dos estaciones de cuarentena: uno en Algete (Madrid), que está acondicionado para animales de compañía, y otro en Irún (Guipúzcoa), que es un depósito de descanso, lo que es totalmente insuficiente", dice. Además, afirma, en España, cuatro años después de adherirse al Convenio Cites, "no existe un sólo centro de recogida de animales como ordena éste y la normativa de la CE".

Ante esta situación, los animales son enviados a los zoológicos que los admitan. "El problema es que ya hemos saturado el zoo de Madrid y el de Barcelona, el Rincón Safari Park de Madrid y él zoo de Santillana (Cantabria), y los animales siguen llegando", añade Gómez Ballesteros.

,Augusto San José, subdirector general de Aduanas, que no comparte el pesimismo de los veterinarios, asegura que "los animales no mueren en los recintos aduaneros" y que "son enviados también a zoos del extanjero como el de Norfolk en Inglaterra". San José insiste en que "España está al nivel del resto de países europeos en el control del tráfico ilegal de especies". La relación provisional de los animales vivos incautados en la aduanas españolas desde finales de 1988 hasta la presente semana es la siguiente: unos 700 reptiles, 207 primates, 12 felinos, 1.000 aves exóticas y otros 500 sin identificar.

Valladares critica que "España no tenga aún una normativa de sanciones sobre esta materia, ya que sólo se aplica la ley de contrabando", y señala que "de las 120 denuncias presentadas por Adena desde 1989, 38 de ellas sobre chimpancés, todas fueron archivadas menos 10 en cuyos casos nunca se sancionó al importador".

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