Héroe anónimo
Volvió el festival de Santander a la sala Kostka, refugio de los recitales que tradicionalmente se celebraban en el claustro de la catedral, para ofrecernos la actuación del Trío Hohensalzburg, que forman Hermann Kienzl, violín; Yvonne Timoianu, violonchelo, y Alexander Preda, piano. En programa el estreno de una obra encargada por el festival a un músico de la generación de 1946, el jienense Valentín Ruiz. Cincuentañero, formado en Madrid con los profesores Calés, García Abril y Román Alís, este autor, repetidas veces galardonado, cuenta con una producción interesante, personal y significativa.Ejemplo de su pensamiento y de su estilo es el importante Trío a la memoria de un héroe, que por cierto Valentín Ruiz deja en el anonimato, por cuanto prima a lo largo de los tres movimientos, nada convencionales en su traza, una voluntad comunicativa y un afán expresivo que alterna invenciones de naturaleza lírica con otras de orden estructural. Sin actitudes preconcebidas y en una postura ampliamente libre, Valentín Ruiz nos da en su trío, tocado de cierto repetitivismo -que no tiene nada que ver con la tendencia al uso-, un mensaje preciso de lenguaje que fue acogido con muchos aplausos por el público, que los otorgó también a las obras de Mozart y Dvorsak que completaban el programa.