Agravios comparativos
De cómo un incidente diplomático poco relevante se convierte en rabieta colonial.Así podríamos titular el lamentable espectáculo dado por el Gobierno español a través de su ministro de Asuntos Exteriores en sus relaciones con el Gobierno cubano a propósito de la ocupación de la embajada española por parte de algunos ciudadanos cubanos.
Ante el poco respeto por las normas que rigen las relaciones internacionales de que hace gala el ministro, que se permite cuestionar la legitimidad del Gobierno cubano uniéndose así al coro de los que pretenden estrechar el cerco contra esta pequeña isla y a su pueblo; ante esta falta de respeto, el Gobierno de Cuba responde con propuestas concretas y juicios de valor que está en su derecho de hacer.
La respuesta del Gobierno español a través del señor Yáñez, secretario de Estado para la "cooperación", es una medida coercitiva, punitiva, que evidencia actitudes neocolonialistas y olvida que los dólares que tan graciosamente "dan, aportan" los Estados de la CE a los países latinoamericanos no es más que una ínfima parte de lo que el colonialismo de antaño y las relaciones económicas desiguales de la actualidad les robaron.
Como ciudadana del Estado español, me llenan de bochorno actitudes de este tipo.-
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