Miles de manifestantes en las calles de Sofía celebran la caída del presidente búlgaro

El Gobierno y los dirigentes de la oposición hicieron ayer un llamamiento a la calma en Bulgaria después de que centenares de estudiantes, intelectuales y artistas forzaran el viernes la dimisión del presidente, Petar Miadenov. A pesar de la petición del Gobierno, al menos 15.000 personas se manifestaron por las calles de la capital para celebrar la dimisión del máximo dirigente búlgaro.

Paralelamente, decenas de intelectuales prosiguieron ayer una sentada ante la sede de la presidencia de la República para exigir que sea fijada una fecha para procesar al anterior dirigente comunista To...

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El Gobierno y los dirigentes de la oposición hicieron ayer un llamamiento a la calma en Bulgaria después de que centenares de estudiantes, intelectuales y artistas forzaran el viernes la dimisión del presidente, Petar Miadenov. A pesar de la petición del Gobierno, al menos 15.000 personas se manifestaron por las calles de la capital para celebrar la dimisión del máximo dirigente búlgaro.

Paralelamente, decenas de intelectuales prosiguieron ayer una sentada ante la sede de la presidencia de la República para exigir que sea fijada una fecha para procesar al anterior dirigente comunista Todor Jivkov, en el poder durante cuarenta años.Estudiantes e intelectuales, que mantienen su movimiento de protesta desde hace casi un mes, exigieron el viernes la dimisión del presidente MIadenov al conocerse que fue él quien ordenó la intervención de los tanques en una manifestación del pasado mes de diciembre. Mladenov justificó su dimisión en su deseo de "evitar un agravamiento de la tensión que haga peligrar la democracia".

Los contestatarios que aún permanecen ante la sede de la presidencia afirman que mantendrán su movimiento de protesta hasta que obtengan garantías de que la Asamblea Constituyente -que inicia sus trabajos el próximo martes- discuta la depuración de los hombres que fueron leales al régimen de Yovkov.

La radio de Sofía informó ayer que varias universidades de provincias habían sido desalojadas por los estudiantes tras la dimisión de Mladenov.

El Partido Socialista Búlgaro (PSB, neocomunista) que abandonó a MIadenov al extenderse el movimiento en su contra, teme ahora que pueda peligrar el equilibrio político surgido en las elecciones de junio, en las que obtuvo la mayoría absoluta. El periódico del PSB, Duma, afirmó ayer que la democracia estaba en peligro" y que la presión de la calle prepara acciones de mayor envergadura para desestabilizar las estructuras del Estado, recurriendo a la anarquía".

El primer ministro, Andrei Lukanov, durante una reunión con los dirigentes de los principales partidos, el presidente de la Asamblea y el ministro del Interior pidió una semana de calma, sin huelgas ni manifestaciones, para que la Asamblea Constituyente pueda trabajar con tranquilidad.

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El nombre que más suena para la sucesión de Mladenov es el de Petar Dertliev, un médico de 74 años de edad que pasó una decena de años en la cárcel y que preside el Partido Socialdemócrata. Es actualmente el dirigente más popular de la oposición.

Para el PSB, la elección de Dertliev puede ser el mejor medio de asociar a la oposición a la gestión de un país sumido en una grave crisis.

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