Enfoques opuestos dividen a la sobre la unión política, según González

La unión política de los Doce "se va a lograr" pero persisten "incertidumbres sobre su contenido", según reconoció ayer el jefe del Gobierno español, Felipe González, al recibir en el palacio de la Moncloa al primer ministro irlandés y presidente en ejercicio de la CE, Charles Haughey. Para algunos Estados miembros, la unión consiste solamente "en perfeccionar el Acta única y dar un pequeño paso", mientras que para otros, entre los que se sitúa España, "se trata de avanzar más decididamente".

Haughey, que inició el jueves en Bonn su gira por las capitales europeas preparatoria del próximo Consejo Europeo de Dublín, conversó con González durante 90 minutos, antes de dar una conferencia de Prensa con su anfitrión en un ambiente distendido y de buen humor, a pesar de que la traducción falló cuando el primer ministro expresaba su punto de vista sobre la idea española de crear una ciudadanía común europea. "Sólo hemos oído las últimas palabras", dijo González dirigiéndose a los periodistas, pero no se preocupen que la opinión es positiva". A última hora de la tarde, el huésped irlandés viajó a Lisboa.

El presidente español dejó claro en qué lado se situaba al explicar su concepto ambicioso de la unión política, que implica "decisiones trascendentales" sobre la formulación de una política exterior común, un "nuevo papel para el Parlamento Europeo" con mayores poderes de control y mayores recursos financieros. Pero no se atrevió a vaticinar que su bando -en el que se encuentran Belgica, Italia, Francia y Alemania Occidental- se Impondrá en Dublín. A juzgar por las discusiones que mantuvieron recientemente en Irlanda los ministros de Asuntos Exteriores la línea mas moderada prevalecerá en la cumbre.

Coordinación

El primer ministro del único país neutral de la CE fue menos entusiasta sobre la elaboración de una política exterior común y prefirió la palabra "coordinación", que afectará "primero a algunas áreas", que se ampliarán. Admitió, sin embargo, que esa coordinación era más necesaria ante el hecho de que la CE tiene cada vez más peso internacional y debe hablar con una sola voz".

Haughey calificó de "altamente interesante" la idea de González de fomentar una ciudadanía común europea y afirmó que, ante la cumbre, le pedirá que la desarrolle. Insistió, no obstante, en que para él los derechos del ciudadano europeo incluyen un medio ambiente saneado, un aspecto que no quedaba recogido en la propuesta del presidente español formulada en una carta remitida el 11 de mayo a sus 11 homólogos de la CE.

Gran parte de lo que González entiende por ciudadanía europea figura ya en el desarrollo del Acta Unica, pero estos aspectos, como el derecho de residencia y de libre circulación para los no trabajadores, son los que más retrasados van, y parece ya evidente que difícilmente habrán entrado en vigor el 1 de enero de 1993. De ahí que González haya querido rescatarlos y darles un nuevo impulso incluyéndolos en su visión de la unión política.El presidente español no resistió la tentación de subrayar que la unión económica y monetaria, cuya conferencia deberá empezar en diciembre paralelamente a la de la unión política, supone, como el mercado único, una mayor solidaridad entre los socios ricos y pobres de la CE.

González recalcó que en los trabajos preparatorios de la reunión monetaria hay un cierto vacío", sobre esta solidaridad.

Además de la unión política y de la monetaria los jefes de Estado y de Gobierno de la CE tienen previsto discutir en Dublín del medio ambiente, las drogas, la situación en África del Sur y, si la diplomacia española logra introducirlo en el orden del día, del auge de la tensión en Oriente Próximo.

También ayer, a primeras horas de la noche, llegó a Madrid el presidente venezolano, el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez, para una visita de trabajo. Fue recibido en el aeropuerto por el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero.