Moscú anuncia otra reducción de armamento en Europa
La URSS anunció ayer en Copenhague una nueva reducción unilateral de armamento nuclear en Europa "para crear condiciones favorables" para las conversaciones de reducción de armas en el Viejo Continente. El anuncio lo efectuó el ministro de Exteriores, Edvard Shevardnadze, durante su intervención ante la segunda reunión sobre la dimensión humana de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), inaugurada ayer por la reina Margarita de Dinamarca.
El secretario de Estado norteamericano, James Baker, que también asiste a la conferencia, se negó a hacer comentarios y aseguró que Estados Unidos debe estudiar primero lo que representa la decisión soviética.Shevardnadze manifestó que para finales de año la URS S desmantelará en Centroeuropa 60 lanzamisiles nucleares tácticos, más de 250 piezas de artillería nuclear y 1.500 cabezas nucleares. "Para finales de 1990", dijo, "habremos reducido nuestra presencia nuclear en Europa en 140 lanzamisiles y 3.200 armas nucleares". Aseguró también que las nuevas reducciones significan que sólo un pequeño número de armas nucleares soviéticas permanecerán en territorio europeo para Finales del presente año.
La noticia fue acogida con reticencia por James Baker, igual que por algunos diplomáticos occidentales, quienes manifestaron en los pasillos que la decisión soviética no es nada espectacular.
Los dos representantes de las superpotencias se entrevistaron anoche para continuar las conversaciones sobre la unificación alemana ininiciadas en la cumbre de Washington entre George Bush y Mijaíl Gorbachov. El ministro soviético mostró su creencia en un compromiso sobre la cuestión alemana pero aseguró que debe hacerse en el contexto de la conferencia dos más cuatro.
El ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal Alemana (RFA), Hans Dietrich Genscher, mantuvo también conversaciones con sus homólogos soviético y norteamericano y manifestó que la unificación de las dos Alemanias puede ser firmada antes de finales de año.
Medios norteamericanos indicaron que Moscú y Washingtoquieren reducir sus diferencias sobre el tema alemán, y la conferencia de Copenhague ha dejado abierta una buena oportunidad. Baker quiere algo más que la vaga propuesta realizada en Washington para un acuerdo entre la OTAN y el Pacto de Varsovia. La unidad alemana no será tema de debate en esta reunión de Copenhague, pero sí en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la CSCE, a finales de año, en París.
Los ministros de Exteriores de la RDA, Markus Meckel, y de Polonia, Krysztof Skublezewski, mantuvieron ayer un encuentro y centraron sus conversaciones en la situación planteada por la frontera occidental polaca una vez efectuada la unificación alemana. Meckel aseguró que no permitirá que las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial (Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la URRS) dicten a los alemanes cómo deben garantizar la seguridad de la frontera polaca.
El ministro de Exteriores soviético dijo que Europa vive momentos decisivos de su historia y las dos superpotencias están decididas a ir por la senda de la cooperación basada en la primacía de la libertad del ser humano. Añadió que la URSS está efectuando una reconversión política de gran envergadura y para que llegue a buen término se necesita el apoyo político y moral de Washington y de toda la comunidad internacional. "Nada ni nadie nos va a obligar a dar marcha atrás en nuestro camino", afirmó aludiendo a los enemigos interiores de la perestroika. Shevardnadze propuso la creación de un centro europeo para la solución de los conflictos, y una estructura adecuada que garantice la estabilidad y seguridad en Europa.
El ministro de Exteriores de Dinamarca, Uffe Ellemann-Jensen, dijo en nombre del país anfitrión que en tan sólo un año los europeos han escrito un nuevo capítulo en el libro de historia. "Hoy", dijo, "podemos recoger aquí una rica cosecha producto de la revolución europea de 1989". La caída de los regímenes comunistas ha creado mejores oportunidades para la seguridad de los ciudadanos de Europa y para el desarrollo de la cooperación entre los Estados, añadió. El objetivo danés es que el documento final refleje un consenso sobre temas como el desarrollo democrático en Europa, definición de la legislación aplicable a una sociedad democrática y afirmación de las libertades básicas como las de expresión, reunión, asociación y religión.
Amnistía Internacional ha hecho un llamamiento a la conferencia para la liberación de todos los presos de conciencia y por la abolición de la pena de muerte.
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