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Israel lanza un satélite espía en clara advertencia a Irak

Israel envió ayer al espacio su segundo satélite, el Ofek 2, calificado por expertos estadounidenses de satélite espía. El lanzamiento, previsto desde hace tiempo, ha llegado en el "momento justo". Fuentes israelíes aseguran que con este gesto Tel Aviv ha querido hacer comprender al presidente iraquí, Sadam Husein, que sigue "muy de cerca" sus pasos y que tiene una tecnología de punta, conectada a la guerra, mucho más avanzada que la de ese país. Husein, mientras tanto, logró reunir ayer, por segunda vez en menos de un mes, a cientos de miles de manifestantes.

Las concentraciones, en las principales ciudades de Irak, pretendían demostrar la unidad de los iraquíes frente a cualquier "intento de agresión sionista", en línea con la advertencia lanzada el día anterior contra Israel por el propio Husein. El jefe del Estado iraquí aseguró el lunes que su país posee "el arma química binaria" y que tiene capacidad para "destruir la mitad de Israel". Tales afirmaciones han resultado especialmente delicadas en un momento en el que crecen las sospechas sobre la posible capacidad atómica de Bagdad. De inmediato, no sólo Tel Aviv, sino también Washington ha reaccionado con energía a la ofensiva dialéctica. Un portavoz norteamericano calificó de "irresponsables e incendiarias las amenazas del presidente iraquí".Las amenazas del presidente iraquí de destruir la mitad de Israel con armas químicas no han sido tomadas a la ligera en Tel Aviv. "Israel tiene los medios para responder con fuerza a toda provocación iraquí", dijo el ex ministro de la Defensa, Isaac Rabin, según el cuál "el discurso del presidente iraquí es jactancioso y arrogante. Amenaza al mundo entero y en primer lugar a Israel, cuyo potencial militar teme".

"Husein ha demostrado, una vez más, que el objetivo estratégico continúa siendo la destrucción de Israel. Pero sabremos en el futuro, como en el pasado, destrozar los planes de nuestros enemigos", aseguró el primer ministro, Isaac Shamir.

El discurso de Sadam Husein, una vez más autoproclamado defensor de la causa árabe, tuvo repercusiones en la zona. En El Cairo, donde el embajador norteamericano, Frank Wisner, se entrevistó por ese motivo con el ministro de Exteriores, Esmat Abdelmeguid, la Prensa recogía en primera página las palabras del presidente iraquí sin atreverse a hacer comentarios. Egipto, único país árabe que ha firmado la paz con Israel, forma junto con Irak, Jordania y Yemen del Norte el Consejo de Cooperación Árabe (CCA), cuyos estatutos le obligan a aliarse con cualquiera de sus miembros en caso de guerra.

Ejercicio nacionalista

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Los manifestantes iraquíes volvieron a repetir ayer el ejercicio nacionalista de hace tres semanas, cuando respaldaron la condena a muerte del periodista Farzad Bazoft.Las pancartas que portaban solicitaban que "se castigue de una vez por todas al intruso sionista", y protestaban por "los complós urdidos contra Irak y la nación árabe".

En Jordania, el discurso de Husein fue recibido como un "mensaje de esperanza", dentro de un marco de panarabismo. Los principales periódicos aplaudían el aplomo del presidente Husein y se referían a su discurso en términos elogiosos. "La dignidad, la fuerza y el desafío iraquíes" constituyen un cambio en la historia de los árabes y acaban con años de "capitulación y debilídad".

Israel ha propuesto a Estados Unidos examinar en conjunto la significación y las implicaciones estratégicas del discurso de Husein. Expertos militares ísraelíes consideran que Israel debe de esforzarse en reducir la tensión, ya que de las palabras de Husein se desprende más el temor a un ataque preventivo israelí que la intención a atacar.

"El presidente iraquí tiene pánico", escribe en el diario Yedoioth Ahanronoth el coronel retirado Ozi Mahnaymi, "está convencido de que las últimas revelaciones en la Prensa occidental sobre el potencial militar iraquí están preparando el terreno para una ofensiva armada contra Irak. Hace falta, por tanto, tranquilizar al presidente Husein, y los dirigentes israelíes harían muy bien en hacerle saber, a través de los buenos oficios de un tercer país, como por ejemplo Estados Unidos, que Israel no tiene la más mínima intención de atacar".

Otros especialistas israelíes destacan que el presidente de Irak no ha olvidado la destrucción del reactor atómico, cercano a Bagdad, por el bombardeo de la aviación israelí, en 1981. Señalan que el discurso pretende ser una advertencia, tanto a Washington como a Tel Aviv, de que Husein no se sorprenderá por otro ataque y que a esa eventual acción bélica Irak responderá con todos los medios que tenga a su alcance.

En 1981, cuando Israel bombardeó las instalaciones nucleares iraquíes, Bagdad no tenía la más mínima posibilidad de responder, pero ahora el equilibrio de fuerzas ha cambiado. En la actualidad, ese país árabe dispone de misiles, armados con cabezas químicas binarias, que pueden alcanzar suelo israelí. Es posible, como señalan algunos expertos Jsraelíes, que esos cohetes no sean muy precisos y corran el riesgo de tocar Damasco o Beirut más que Tel Aviv, pero la amenaza continúa.

Por otra parte, la situación presente refleja una especie de "equilibrio del terror" entre Irak e Israel.

De momento, Israel parece satisfecho con la campaña antiiraquí desatada en Occidente, y, sobre todo, con Estados Unidos, tras la detención de dos agentes, iraquíes que trataban de comprar detonadores electrónicos para misiles.

[En la Conferencia de Desarme de la ONU, inaugurada ayer en Ginebra, Irak acusó a EE UU y al Reino Unido de estar desarrollando una "campaña de falsedades y calumnias" contra Irak, informa Efe].

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