Cartas al director

En defensa de Goytisolo

En la revista europea de libros Liber, publicada conjuntamente por cinco importantes periódicos europeos, el crítico literario de su periódico Constantino Bértolo aprovecha su reseña de varias novelas españolas recientes (No es peligroso asomarse al exterior, El, PAÍS, 24 de febrero de 1990) para arremeter de pasada y sin que venga a cuento contra el novelista Juan Goytisolo: "En Mímoum, Rafael Chirbes da cuenta del mundo magrebí, procurando, con éxito, alejarse de la visión colonialista y de la estética paternalista con la que otros autores -Juan Goytisolo entre el...

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En la revista europea de libros Liber, publicada conjuntamente por cinco importantes periódicos europeos, el crítico literario de su periódico Constantino Bértolo aprovecha su reseña de varias novelas españolas recientes (No es peligroso asomarse al exterior, El, PAÍS, 24 de febrero de 1990) para arremeter de pasada y sin que venga a cuento contra el novelista Juan Goytisolo: "En Mímoum, Rafael Chirbes da cuenta del mundo magrebí, procurando, con éxito, alejarse de la visión colonialista y de la estética paternalista con la que otros autores -Juan Goytisolo entre ellos- se habían acercado a él". El comentario podría parecer inocente; en realidad no lo es. El señor Bértolo se propone engañar a los lectores europeos difundiendo en cinco idiomas unos juicios tan peregrinos como infundados. Sin detenernos a averiguar en qué consiste esta categoría de estética paternalista desconocida hasta la fecha, vayamos al meollo de la cuestión. Juan Goytisolo es uno de los escritores europeos más traducidos al árabe, y su obra ha sido amplia y favorablemente comentada en nuestros mejores periódicos y revistas culturales desde Beirut a Rabat. Edward Said, el denunciador más riguroso de los prejuicios colonialistas europeos acerca del islam y los árabes, señala precisamente a Goytisolo en su reciente Orientalism revised como ejemplo de una nueva actitud humana y artística que, sin abandonar las coordenadas culturales propias del autor, favorece el conocimiento del mundo árabe en toda su complejidad y riqueza.¿Cree el señor Bértolo que una obra "colonialista" y "paternalista" como la que él inventa habría sido traducida y reseñada con entusiasmo por los escritores y periodistas árabes? ¿Piensa de verdad que los árabes somos tan atrasados, estúpidos e ignorantes como para celebrar lo que nos perjudica? Su caracterización gratuitamente hostil de novelas innovadoras y deliberadamente mestizas como las de Goytisolo no cuadra en absoluto con éstas; revela tan sólo sus prejuicios y cerrazón ante una modernidad que no entiende. Al transformar sus foblas en juicios dogmáticos, actúa como esos críticos oficiales encargados de silenciar y atacar, según las circunstancias, a cuantos escritores atípicos y artísticamente vivos molestan e inquietan a los que detentan el poder. Dicha actitud, común a la España franquista, los regímenes recién derrumbados del Este y algunas dictaduras árabes y latinoamericanas, resulta incongruente en un periódico que ha combatido con valentía desde sus comienzos por la democracia. ¿O es que ésta no ha alcanzado aún los bastiones culturales que amparan a críticos como el señor Bértolo? La objetividad y honestidad informativas no consisten en promocionar continuamente, con cualquier pretexto, a los escritores amigos y buenos y propinar palo tras palo a quienes, independientemente de su valor, son considerados por el crítico o un grupo de críticos peligrosos y nefastos en razón de su excepcionalidad con respecto a las obras representativas del momento literario actual- Kadhim Jihad traductor de la obra de Goytisolo al árabe, Naguib Mahfouz, novelista, premio Nobel de Literatura, y 12 firmas más.

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