Un juez ordena que se analicen las botellas de agua mineral de un almacén guipuzcoano
El juez Santiago Pedraz ha ordenado como medida preventiva analizar una serie de botellas de agua mineral de la marca Insalus almacenadas por el distribuidor que cubre el área se Oyarzun y Pasajes, los municipios guipuzcoanos en los que han aparecido las cuatro botellas contaminadas.Los inspectores del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) han revisado la totalidad de las botellas almacenadas por este distribuidor sin encontrar indicios de adulteración. El distribuidor de la zona, Tomás Falcón, ha confirmado el hecho, para él sin importancia, de que con frecuencia el tapón de las botellas de esa marca se encuentra en los establecimientos desprendido del collarín al que debe ir fijado en varios puntos.
Declaraciones
El dato, puesto ahora de relieve en los comentarios de los usuarios, puede ser atribuido a un problema de ajuste en el funcionamiento de la nueva máquina envasadora instalada por Insalus en su planta embotelladora de Lizartza (Guipúzcoa).Los técnicos del Gabinete de Policía Científica de Madrid trasmitieron ayer al juez sus impresiones, tras haber analizado uno de los envases cuyo contenido fue adulterado.
Santiago Pedraz ha tomado ya declaración a la personas que descubrieron las cuatro botellas e inspeccionaron la factoría de la empresa. José Luis Larrañaga, el joven que sufre graves quemaduras internas tras haber bebido en un bar de Pasajes de una de las botellas adulteradas con lejía diluida en agua, continúa evolucionando positivamente, aunque los médicos no descartan todavía la posibilidad de que se produzcan perforaciones en su esófago.
