Pasionaria reingresa en estado grave en el Ramón y Cajal

La presidenta del PCE, Dolores Ibárruri, Pasionaria, de 93 años, volvió a ser ingresada ayer en el hospital Ramón y Cajal, de Madrid. Un escueto parte médico facilitado anoche señala que la dirigente coinunista ingresó en el hospital a las ocho de la tarde "aquejada de un nuevo proceso neumónico, siendo grave su situación clínica". En el centro no se quiso dar ninguna otra información y se remitió a un nuevo parte médico que se liará público hoy.Fuentes cualificadas del PCE señalaron que el médico personal de Pasionaria le descubrió ayer un problema respiratorio, que derivó en una complicación...

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La presidenta del PCE, Dolores Ibárruri, Pasionaria, de 93 años, volvió a ser ingresada ayer en el hospital Ramón y Cajal, de Madrid. Un escueto parte médico facilitado anoche señala que la dirigente coinunista ingresó en el hospital a las ocho de la tarde "aquejada de un nuevo proceso neumónico, siendo grave su situación clínica". En el centro no se quiso dar ninguna otra información y se remitió a un nuevo parte médico que se liará público hoy.Fuentes cualificadas del PCE señalaron que el médico personal de Pasionaria le descubrió ayer un problema respiratorio, que derivó en una complicación de su neumonía, por lo que se decidió su ingreso en el servicio de urgencias clel mencionado centro. Además, la presidenta comunista sufría una falta de control muscular, por lo que la lengua le obstruía la respiración. Ello obligó a que se le tuviese que aplicar respiración asistida en el hospital, según agregaron las citadas fuentes.

Desde el servicio de urgencias, estaba previsto que la presidenta comunista fuese trasladada a una habitación individual.

Pasionaria fue ingresada en el mismo centro el 13 de septiembre aquejada de una neumonía aspiratoria que se agravó por su avanzada edad y por la dolencia cardiaca que padece la la dirigente comunista le fue implantado un marcapasos en octubre de 1977-. Su estado de salud en los prímeros días era grave y en medios del PCE se llegó a temer por su vida. En esas fechas fue visitada todos losdías por miembros de la dirección comunista y recibió también a otras personalidades interesadas por su salud.

Dolores Ibárruri permaneció ingresada en el Ramón y Cajal hasta el 15 de octubre, en que abandonó el hospital y regresó a su domicilio.

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