Expulsados de China dos periodistas norteamericanos

, Las autoridades chinas decretaron ayer la expulsión de dos periodistas norteamericanos, acusados de imcumplir la ley marcial que rige en Pekín desde el pasado 20 de mayo. La medida es una clara señal de la dificultad que tendrá la Prensa extranjera a partir de ahora para trabajar en China, al menos mientras estén en vigor las medidas de excepción. Por otra parte, la televisión anunció anoche la detención de dos de los 21 líderes estudiantiles sobre los que el día anterior había sido emitida una orden de búsqueda y captura. Uno de ellos fue denunciado por una hermana suya.

Alan Pessin,...

, Las autoridades chinas decretaron ayer la expulsión de dos periodistas norteamericanos, acusados de imcumplir la ley marcial que rige en Pekín desde el pasado 20 de mayo. La medida es una clara señal de la dificultad que tendrá la Prensa extranjera a partir de ahora para trabajar en China, al menos mientras estén en vigor las medidas de excepción. Por otra parte, la televisión anunció anoche la detención de dos de los 21 líderes estudiantiles sobre los que el día anterior había sido emitida una orden de búsqueda y captura. Uno de ellos fue denunciado por una hermana suya.

Alan Pessin, delegado en China de la emisora norteamericana la Voz de América, y John Pomfret, redactor de la agencia de noticias Associated Press, residentes ambos en Pekín, fueron convocados ayer por las autoridades competentes, que les comunicaron la orden de abandonar el país en un plazo de 72 horas, por violar la ley marcial. El corresponsal de la Voz de América ha sido acusado de "instigar la rebelión" y de "propalar rumores" distorsionando la realidad de los hechos.[El periodista británico Vernon Mann, de la cadena de televisión ITN, fue también detenido ayer y confinado en su hotel en Chengdu, al sureste de China, tras filmar los daños causados por la protesta estudiantil. Mann fue interrogado por cinco horas y su pasaporte le fue confiscado, informa Reuter.]

La Voz de América, que cuenta con un gran número de oyentes en China que escuchan a primera hora de la mañana el servicio de noticias en chino, es objeto desde hace varios días de críticas en la televisión y en la radio por medio de presuntas cartas de ciudadanos enfadados por la cobertura dada a los sucesos ocurridos en la plaza de Tiananmen el pasado día 4. La emisora había informado que 3.000 estudiantes murieron por disparos de soldados en la explanada, una afirmación que las autoridades se han encargado de desmontar luego mediante vídeos.

El Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista Chino, atacó ayer directamente a la radio estadounidense y la acusó de distorsionar la realidad. En ese mismo editorial, el rotativo denunció "la política de injerencia en los asuntos internos de China" empleada por el Gobierno de EE UU y la actitud de su embajador en Pekín, James Lilley, al haber acogido en la misión diplomática al astrofísico disidente Fang Lizhi y a su esposa, Li Shuxian. [El departamento de Estado norteamericano expresó ayer su "inquietud" por la expulsión de los periodistas, aunque no anunció medidas de represalia, informa France Presse.]

La vigilancia policial en el exterior de la Embajada ha sido reforzada con el fin de impedir la salida clandestina del matrimonio y sobre todo frenar la entrada de otros ciudadanos que busquen asilo. Una larga cola que llegó a tener cerca de 300 personas se formó desde primeras horas de la mañana frente al consulado de EE UU en demanda de visado.

Entregado por su hermana

Dos de los líderes estudiantiles sobre los que el Ministerio de Seguridad Pública había dictado el día anterior una orden de búsqueda y captura han sido detenidos en las últimas 24 horas. Zhou Feng Suo, de 22 años, estudiante de Física en la universidad Qinghua, de Pekín, fue denunciado por su hermana y el marido de ella y detenido en Xian. Por su parte Xiong Yan, de 25 años, alumno de Políticas en la universidad de Pekín, fue detenido en un tren en Wuhan.

El primer ministro, Li Peng, y el miembro del comité permanente del partido encargado de seguridad, Qiao Shi, que los chinólogos creen que será el nuevo secretario general, se reunieron ayer con los vicepresidentes de la Asamblea Nacional Popular y de la comisión consultiva del partido en una sesión de trabajo para discutir, según la información oficial, el discurso la semana pasada de Deng Xiaoping.

El máximo dirigente chino sostiene que la protesta popular ha sido obra de un grupo de "contrarrevolucionarios" que pretendían instaurar en China una república burguesa.