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Ataques anónimos a la lápida de Sylvia Plath para borrar el apellido de su marido

En un remoto cementerio situado en una colina en el norte de Inglaterra, la lápida de la tumba de la poetisa Sylvia Plath ha sido emborronada con pintadas en cuatro ocasiones. Plath, nacida en Estados Unidos, cuya personal e intensa poética es objeto de creciente admiración, se suicidó hace 26 años, cuando contaba 30.

Diez años antes lo había intentado por primera vez. Un solitario rosal crece sobre la tumba, y en la lápida de granito se puede leer: "En memoria de Sylvia Plath Hughes, 1932-1963". Manos anónimas borran el apellido Hughes, que corresponde al que fue marido de la autora, el conocido poeta británico Ted Hughes, quien se encarga de reponerlo.La tumba se ha convertido en objeto de una intensa polémica entre algunos seguidores de Sylvia Plath y Ted Hughes, al que acusan de no venerar como corresponde la memoria de la que fue su mujer. La Prensa británica atribuye las pintadas en la tumba a grupos feministas que mantienen que el nombre de Hughes no debe interferir en la memoria de la autora. La pareja se divorció tras siete años de matrimonio, y poco después Sylvia Plath se suicidó abriendo el gas de la cocina de su casa de Londres. La poetisa, con el tiempo, se ha convertido en un símbolo para las feministas británicas.

Fantasías

Hughes no habla nunca con la Prensa, pero en una reciente carta enviada a los periódicos acusó a algunos de los admiradores de Plath de haber construido una "fantasía" en torno a su ex mujer. Aseguró que han sido lanzadas apreciaciones mentirosas sobre su relación matrimonial y que ha aprendido a no colaborar con los biógrafos de Plath porque "la verdad simplemente tiende a producir más mentiras". La novela de Plath The bell jar -La campana de cristal- es una narración sem autobiográfica en la que se da cuenta de un proceso de crisis mental. Aunque su obra fue repetidamente publicada du rante su vida, hasta después de su muerte Sylvia Plath no fue reconocida como una escritora de talento. Su poética alcanzó la cumbre durante los últimos meses de su vida, en los que escribiósus mejores poemas. Hughes, heredero de los bienes de la autora de Ariel, compiló una selección de sus poemas en un volumen que obtuvo el Premio Pulitzer en 1982. En algunas informaciones se ha asegurado que quemó el tomo final del diario de su mujer para impedir que sus hijos lo leyeran.

En sus cartas enviadas a la Prensa, Ted Hughes señaló que si hubiera seguido la tradición habrían sido inscritas en la lápida las palabras "Sylvia Hughes". Añadía que incluyó en la lápida la palabra Plath para honrar todo lo que ella "consiguió bajo ese apellido".Cada vez que ha sido manchado con pintura, la lápida ha sido reparada. La última vez fue dañada hace año y medio y no fue repuesta hasta fecha reciente, por lo que Hughes fue acusado en la Prensa de no preservar la memoria de Sylvia Plath.

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