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Los 9 aspirantes a la presidencia boliviana concluyen su campaña

Las nueve candidaturas a la presidencia boliviana pusieron fin en la medianoche de ayer (madrugada de hoy en España), a 48 horas de las elecciones del próximo domingo, a una campaña electoral caracterizada por su absoluta tranquilidad y la utilización, por primera vez en este empobrecido país altiplánico, de millones de dólares en costosas estrategias de propaganda.Un ex dictador de derechas, un socialdemócrata a la europea y un empresario no hispanohablante, son los tres candidatos principales, frente a otros seis, representantes en su mayoría de una hiperdivida izquierda tradicional, que no tienen ninguna otra opción que aspirar a algunos puestos en el Parlamento. Según la Constitución boliviana, tantas veces violada, para ser elegido presidente hay que superar el 50% de los poco más de dos millones de votos.

Ninguno de los candidatos, ni aun en las encuestas más optimistas preparadas por sus propias campañas, se acerca siquiera al anhelado 50%. Por eso los comicios de este domingo, la tercera elección general desde la recuperación de la democracia en 1982, representan apenas una primera vuelta. Las votaciones en el Congreso se realizarán a finales de julio para que el nuevo presidente pueda asumir su cargo el 6 de agosto, día de la independencia boliviana.

Bánzer, favorito

Hugo Bánzer, el general retirado que encabezó una de las más largas dictaduras militares de las últimas décadas en Bolivia, entre 1971 y 1978, se perfila como el mejor ubicado entre los nueve aspirantes. A la cabeza de unido hecho a su medida, la participación de la opción Democrática Nacionalista, Bánzer ha intentado durante toda su campaña dar prueba de su condición democrática, avalada por la aceptación de su derrota en el Congreso en las elecciones de 1985, tras conseguir la primera mayoría relativa.Gonzalo Sánchez Lozada, -el empresario que diseñó, cuando era ministro de Planificación, el proyecto de estabilización económica que acabó con la hiperinflación dejada por el anterior Gobierno de Hernán Siles Suazo-, hace el signo de la victoria desde miles de carteles de fondo rosa, el color del gobernante Movimiento Nacionalista Revolucionario.

El candidato socialdemócrata, Jaime Paz Zamora, que ocupó el tercer lugar en 1985, pretende en una campaña agresiva y centrista recoger votos tanto de una izquierda provisional que no tiene ninguna posibilidad de acceder al poder, como de los desencantados del Gobierno de su tío, Víctor Paz.

La última candidatura, la más pintoresca y al mismo tiempo la que puede llegar a decidir las complejas negociaciones que se prevén en el Congreso, es la del compadre Carlos Palenque, un folclorista que se hizo popular en La Paz con un programa de radio que ahora quiere convertir en plataforma de su lanzamiento político populista.

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