Tribuna:

La banca juega y gana

El aval bancario empieza a pesar en la resistencia que las bolsas están protagonizando frente a un entorno negativo, lo que puede hacer cambiar en parte las expectativas que se barajaban a corto y medio plazo. Naturalmente, hay que tener en cuenta que el Banco de España tendrá algo que decir sobre el nivel de algunas autocarteras o sobre las compras de títulos realizadas a través de las filiales industriales, pero esto puede retrasarse el tiempo suficiente como para alejar algunos fantasmas y dejar al mercado en zonas menos comprometidas. De cualquier manera, el 38% de ponderación del sector b...

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El aval bancario empieza a pesar en la resistencia que las bolsas están protagonizando frente a un entorno negativo, lo que puede hacer cambiar en parte las expectativas que se barajaban a corto y medio plazo. Naturalmente, hay que tener en cuenta que el Banco de España tendrá algo que decir sobre el nivel de algunas autocarteras o sobre las compras de títulos realizadas a través de las filiales industriales, pero esto puede retrasarse el tiempo suficiente como para alejar algunos fantasmas y dejar al mercado en zonas menos comprometidas. De cualquier manera, el 38% de ponderación del sector bancario, y los compromisos que se le suponen frente al accionariado, parecen garantizar la tranquilidad por unos días, tal y como puede interpretarse la negociación de casi el 3% del capital social por parte de Banesto en cinco sesiones.Los valores industriales también están aprovechando la coyuntura, aunque sus operaciones no cuentan con más justificación que la simple obtención de beneficios a muy corto plazo que es, por el momento, el único objetivo de un mercado confuso y nervioso.

La ausencia de orientación encuentra su demostración más evidente en la facilidad con que se encuentran y colocan paquetes dentro y fuera del mercado. Las entradas y los abandonos se suceden con un mismo ambiente, lo que puede tomarse por un incremento -sin criterio uniforme- de la selectividad, hasta ahora la única constante en el río revuelto del despiste bursátil. Las posiciones al cierre eran otra vez tranquilas ante la ausencia de papel.

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