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LA REFUNDACIÓN DE A.P.

Fraga se empleó a fondo para lograr que el congreso de AP cambie el nombre del partido

Manuel Fraga tuvo que emplearse ayer a fondo para lograr que el IX Congreso Nacional de Alianza Popular, inaugurado por la mañana en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, aceptase el cambio de denominación de AP por la de Partido Popular. Fundador de Alianza Popular en 1976, Fraga admitió que hacía "cuestión de confianza personal, vinculada a la aceptación de volver a la presidencia", dicha transformación del nombre de AP, "que a nadie más que a mí se le ha ocurrido", insistió. De las dificultades que encontró su pretensión da idea la votación final: 491 votos a favor, 111 en contra y 64 abstenciones.

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"Ay, Dios mío"

Tres horas antes de que la comisión de estatutos debatiese la conveniencia del cambio de nombre, y ante los rumores de que algunos compromisarios querían defender el mantenimiento de la denominación de AP, Manuel Fraga convocó en un despacho a todos los presidentes provinciales y regionales aliancistas. Emocionado, hasta el punto de detenerse en una ocasión para beber agua y evitar el sollozo, el fundador de AP pidió a sus seguidores que asumieran su solicitud y persuadieran a los militantes para que no pusieran objeciones a la propuesta. Posteriormente, y al igual que había hecho en la reunión con los responsables provinciales de la organización, Fraga advirtió en la comisión de estatutos que consideraba una cuestión de confianza en su persona que se aceptase la modificación del nombre del partido. "Os aseguro que nadie nos lo impone", sostuvo Fraga. "Sé que a muchos les va a sangrar el corazón, a mí también. Hago esto con profundo sentimiento, pero también después de trascendental meditación". Su propuesta fue aprobada con más de 200 votos favorables frente a 11 en contra y dos abstenciones.

Con anterioridad a la reunión mantenida con los presidentes provinciales, Fraga celebró a primera hora de la mañana sendas conversaciones con Jorge Fernández y Luis Eduardo Cortés, presidentes de AP de Cataluña y de Madrid, respectivamente para comunicarles su incorporación, en el último momento, a la candidatura del comité ejecutivo nacional.

El rabillo del ojo

Marcelino Oreja, recién incorporado a Alianza Popular y futuro candidato número uno en la lista del Partido Popular para el Parlamento Europeo, manifestó ayer a este diario: "Yo no estoy mirando con el rabillo del ojo las elecciones generales. Yo lo que quiero es que esta operación se materialice, y el ensamblaje de las distintas sensibilidades, la identificada con el humanismo cristiano, el liberalismo y los valores conservadores, se logre".

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No obstante, Oreja reconoce que los comicios del próximo mes de junio supondrán un examen de su arrastre electoral. "Un pésimo resultado significaría una colocación deficiente" ante las siguientes elecciones legislativas, en las que él podría ser candidato a presidente del Gobierno. Pero, a su vez, advierte que el éxito o el fracaso en las elecciones europeas debe tener como punto de comparación la intención de voto que las encuestas atribuyen en este momento -que es cuando él se incorpora- a Alianza Popular, es decir, un 20% de votos.

Agradecido a Antonio Hernández Mancha, según su propia versión, "por la forma en que ha conducido este proceso, cuyo diseño habíamos adelantado", el todavía secretario general del Consejo de Europa estuvo cauto para no acrecentar el recelo de quienes han acompañado a Fraga en peores circunstancias o aspiran a futuros protagonismos: "Soy aspirante a sucesor de Fraga en las elecciones europeas. Pero nada más".

Convencido de que "existe por primera vez la ilusión de que se puede hacer una alternativa con proyecto político y con planes", Oreja confirmó que ha recibido el encargo de Fraga de dirigir la política internacional del nuevo partido, actuar como portador y negociar la convergencia con los partidos regionalistas. Una tarea que había iniciado hace algunos meses José María Aznar, presidente de la Junta de Castilla y León.

Ministro de Asuntos Exteriores con Adolfo Suárez como presidente del Gobierno, Oreja va a mantener una actitud de resignación y respeto ante las reiteradas negativas del CDS a acuerdos globales para toda España: "Es conocida de sobra su estrategia. No hay que insistir".

Los asistentes al congreso aliancista se vieron sorprendidos en torno a las 18.30 por una visita de recién nombrado director general de Radiotelevisión Española, Luis Solana, quien entró en la sala de plenos para estrechar la mano de Manuel Fraga, entre otros, y visitar a los trabajadores de RTVE que realizan la labor informativa sobre este congreso. Solana aseguró que a él le cae simpático hasta Luis Ramallo, portavoz de AP sobre RTVE, que e encontraba a su lado sin que pareciera que se había apercibido de ello.

La información sobre el congreso de AP ha sido aportada por . El reportaje gráfico ha sido realizado por Marisa Flórez, Manolo Escalera y Luis Magán.

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