Tribuna:

Seguir así tampoco es bueno

La reacción de los mercados de valores ha constituido toda una sorpresa para sus seguidores, que no han tenido más remedio que dar por buena la orientación de Wall Street, aunque no la comprendan en absoluto, y realmente no es fácil entender este paso atrás de las bolsas cuando ha triunfado el candidato que parecía ser su favorito. Entre las muchas explicaciones que trataban de arrojar algo de luz sobre el asunto hay una que merece ser tenida en cuenta, pues admite la posibilidad de que el problema de la economía norteamericana es muy delicado y que tan malo puede ser seguir como hasta ahora c...

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La reacción de los mercados de valores ha constituido toda una sorpresa para sus seguidores, que no han tenido más remedio que dar por buena la orientación de Wall Street, aunque no la comprendan en absoluto, y realmente no es fácil entender este paso atrás de las bolsas cuando ha triunfado el candidato que parecía ser su favorito. Entre las muchas explicaciones que trataban de arrojar algo de luz sobre el asunto hay una que merece ser tenida en cuenta, pues admite la posibilidad de que el problema de la economía norteamericana es muy delicado y que tan malo puede ser seguir como hasta ahora como intentar arreglarlo de golpe. Tal vez la reacción de Wall Street, primero de temor ante un candidato y después de rechazo al otro, indique que el problema va más allá de las personas. Estas y otras aseveraciones se hacían en la mañana de ayer en los patios de operaciones entre un recorte y otro, quedando como fondo inalterable del mercado la convicción de que la zona de máximos va a ser difícil de superar.Los escasos resultados positivos de esta jornada se dieron en los grupos industriales, pero sin que en ningún momento tuvieran la fuerza suficiente como para variar la trayectoria de la sesión. Por el contrario, los recortes no hicieron distinciones entre unos sectores y otros, considerando que en estas circunstancias todos pueden sufir las consecuencias de la falta de dinero.

La falta de alicientes llevó a un cierre apagado en el que no se daban tanteos compradores, lo que hizo que las ventas tampoco salieran a la luz para no estropear aún más el ambiente. Para hoy no se esperan cambios importantes en tanto al otro lado del Atlántico no haya reacciones imprevistas.

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