La 'contra' planea introducir 3.000 combatientes en Nicaragua, según Ortega
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ha denunciado planes de la contra y de Estados Unidos para introducir 3.000 combatientes en el interior de Nicaragua aprovechando la supuesta debilidad actual de las fuerzas armadas de este país, dedicadas de lleno en los últimos días a paliar los daños causados por el huracán Juana. Ortega hizo el viernes un dramático llamamiento a la comunidad internacional.
El presidente nicaragüense pidió ayuda para su país, tanto con recursos económicos como con presiones políticas sobre Estados Unidos. Ortega aseguré, en una comparecencia ante el Gobierno, el cuerpo diplomático y corresponsales extranjeros en Managua, que dispone de información según la cual más de 3.000 combatientes de la contra han sido entrenados y pertrechados en los últimos días en Honduras y se disponen a realizar acciones en el interior de Nicaragua "inmediatamente".[Ayer mismo, según informa Reuter, los rebeldes atacaron a un camión civil y tendió una emboscada a tropas del ejército sandinista en el norte de Nicaragua. El resultado de ambas acciones, que se enmarcan en una ofensiva de la contra, fue de 12 personas muertas, ocho de ellas civiles.
El presidente nicaragüense aseguró que, aunque parte de los esfuerzos y de los recursos del Ejército sandinistas está siendo destinada estos días a combatir la tragedia dejada por Juana, no han sido desatentidas las labores de defensa y, por tanto, las eventuales incursiones serán contenidas.
Ortega reconoció, no obstante, que helicópteros y aviones militares, así como unidades habitualmente dedicadas a la guerra, están siendo utilizadas para misiones de rescate y de reconstrucción de las ciudades asoladas por el huracán que azotó al país hace una semana.
Petición de ayuda
El presidente Ortega pidió a la comunidad internacional que interceda ante Estados Unidos a fin de evitar nuevos ataques de los rebeldes antisandinistas y para que "cese totalmente la agresión contra el pueblo de Nicaragua. Esa es la mejor ayuda que puede damos la Administración norteamericana", dijo.Daniel Ortega presentó, al mismo tiempo, un primer balance provisional de los efectos del paso del Juana. El huracán, que recorrió más de 300 kilómetros del territorio nicaragüense de Este a Oste, dejó 116 muertos y 176 heridos graves. Más de 180.000 personas quedaron sin hogar y el doble tuvo que ser evacuado desde zonas peligrosas en todo el país.
El Gobierno sandinista no quiere todavía mencionar la cantidad aproximada de daños materiales provocados por los vientos y las lluvias, y ha anunciado qiqe una comisión de la Cepal (Comisión Económica para América Latina) llegará la próxima semana a Nicaragua para hacer una evaluación precisa.
Ortega adelantó que la mayor parte de las cosechas se han visto "seriamente afectadas" y que, asimismo, han quedado inutilizados miles de kilómetros de la red de carreteras y caminos del país, entre otros daflos causados ala infraestructura productiva. Sería necesaria, además, la reconstrucción de 20.000 viviendas que han sido totalmente destruidas y de 60 puentes arrastrados por las aguas.
El líder sandinista admitió que Nicaragua no va a poder salir por sí sola de esta situación de emergencia, y animó a los países europeos a que redoblen los esfuerzos de solidaridad "en este momento crítico y dramático".
Ortega destacó a Cuba como el país que con mayor generosidad acudió en apoyo de los damníficados, y precisó que, desde el día liguiente al huracán, han llegado a Nicaragua 24 aviones desde La Habana con alimentos y otro tipo de ayuda de emergencia.
El presidente nicaragüense informó de que su homólogo cubano, Fidel Castro, se ha comunicado personalmente con él por teléfono para expresarle su pesar por la tragedia y prometerle tanta asistencia como Cuba estuviera en disposición de otorgar.
Ortega mencionó también a España -que envió siete toneladas de ayuda- entre los países a los que Nicaragua debe estar agradecida por su cooperación.
