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La Junta de Andalucía pretende limitar hasta el año 1992 el suelo urbanizable de Marbella

La Junta de Andalucía pretende que el 40% del suelo urbanizable que oferta el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella, de inmediata ejecución, se desarrolle sólo a partir de 1992. Esta medida, después de cinco años de trabas para urbanizar por falta de suelo, provocará "un aumento especulativo brutal e inmediato" y constituirá una "catástrofe urbanística", según el presidente de la comisión provincial de Urbanismo, Rafael García Conde, de Izquierda Unida (IU). La propuesta municipal faculta la urbanización en cuatro años de 10,5 millones de metros cuadrados, que ahora quedarían reducidos a seis millones.García Conde señala que ya es normal pagar 20.000 pesetas por metro cuadrado de suelo urbanizable en Marbella, y que el perjucio que la medida acarrearía a la ciudad sería "muy grave", no sólo porque se dispararía la especulación, sino porque "la ciudad está necesitada de infraestrura y, precisamente, se había apostado por desarrollar en el primer cuatrienio casi la totalidad de suelo urbanizable, para obtener los sistemas generales -zonas verdes, equipamientos escolares y deportivos-, que con esta medida se reducen automáticamente en un 40%". Este cambio de tratamiento de terrenos, que quedarían en barbecho hasta 1992, se tendría que efectuar "con una discrecionalidad total, que sería peligrosa".

IU se opuso inicialmente a la calificación de una gran cantidad de suelo como urbanizable, pero considera que una vez creadas las expectativas en el mercado ,les absurdo paralizarlo ahora, y lo más grave es que la Junta concrete esos criterios ahora".

El presidente de la comisión asegura que la Consejería de Obras Públicas "piensa que Marbella se desarrolla como cualquier ciudad andaluza, en círculos concéntricos, pero esa teoría no se puede aplicar aquí. La Junta no tiene ni criterios políticos, ni modelo de ciudad ni de desarrollo".

La medida puede provocar un revuelo entre los inversores, que esperaban la aprobación del PGOU dentro de un mes, para desarrollar proyectos que llevaban parados cinco años, en un área donde el mercado ha disparado los precios, y donde los proyectos de urbanización se contabilizan en miles de millones.

De cuajar esta iniciativa, los efectos más demoledores, según los técnicos, se centrarán en el parón de las inversiones, que para los ocho años de vigencia del PGOU eran cifrados en un billón de pesetas por el ex alcalde de Marbella y hoy director general de Turismo, José Luis Rodríguez.

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