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Tiempo de relevos

Pilar Bonet

El primer secretario del Partido Comunista de Estonia, Karl Vaino, y el jefe del Consejo de Ministros, Bruno Saul, deben ceder sus puestos a otros dirigentes más acordes con la política de Gorbachov, según amplios sectores de la opinión pública. Vaino y Saul fueron criticados en Pensemos otra vez y también en los documentos aprobados por las siete asociaciones intelectuales estonianas. Lo son, además, por transeúntes en Talín que aprovechan los baches de la calzada para decir que "en Estonia las calles están así porque nuestros dirigentes mandan el dinero a Moscú".Vaino, de 65 años, ocupa su actual cargo desde 1978. Se formó en la ciudad siberiana de Toinsk, donde se graduó como ingeniero, y desde 1947 ocupó distintos puestos de Estonia. Sus orígenes son un misterio para sus conciudadanos, ya que no domina el estoniano, según distintos medios. Éstos reprochan al primer secretario el escudar su actitud conservadora tras acusaciones de separatismo contra los sectores críticos. Entre los hombres que se barajan para sucederle está el de Indrek Toome, secretario de ideología de la República desde enero, un hombre ponderado y tolerante hacia el pluralismo.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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