Dibujos para disfraces

Medio siglo de grafismo en el quehacer teatral se recoge en la exposición que, bajo el nombre de 50 años de figurinismo teatral en España, presenta numerosos trabajos de los hombres de teatro Víctor María Cortezo, Manuel Mampaso, Miguel Narros y Francisco Nieva. El trabajo de estos creadores supuso la renovación escénica del teatro contemporáneo español en el campo del figurinismo y la escenografía. La muestra, coordinada, documentada y catalogada por Andrés Peláez y Fernanda Andura, será expuesta, después de abandonar el teatro Albéniz, de Madrid, el próximo día 20, en Canarias, Pamplona, Murcia, San Lorenzo de El Escorial y Barcelona.

Andrés Peláez, conservador del Museo Municipal de Madrid, lleva años rescatando y husmeando donde puede haber figurines de profesionales reconocidos de la escena española. Muchos de ellos los rescata de las manos de las modistas encargadas de la realización del vestuario y los lleva al Museo Municipal, donde se catalogan y pasan a formar parte de los fondos. Peláez no vive esto como parte de su profesión sino como un amor pasional que le lleva a rescatar como sea esos documentos gráficos.La exposición 50 años de figurinismo teatral en España surge de una conversación de Peláez con el periodista Javier Domingo, director del Centro de Estudios y Actividades Culturales (CEAC) de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, organismo responsable de la organización de la exposición.

Formación integral

El seleccionar para la exposición a Víctor María (Vitín) Cortezo, Manuel Mampaso, Miguel Narros y Francisco Nieva ha, sido fundamentalmente porque todos ellos, además de figurinistas, son hombres de teatro con una formación integral. Además también presentan en común que su formación pictórica la han recibido en París y posteriorermente han revertido sus trabajos en España. No obstante, sus productos y las formas y técnicas de concebir los trajes de teatro son muy distintos entre sí.Nieva presenta unos figurines especialmente literarios. Mampaso, que como pintor está adscrito al mundo de la pintura abstracta, es, sin lugar a dudas, el más figurativo y realista a la hora de elaborar el figurín. Miguel Narros, actual director del teatro Español, se enfrenta al figurín de la misma forma que si lo hiciera ante un lienzo, y sus producciones son auténticos, cuadros. Cortezo está considerado, incluso por Narros, Mampaso y Nieva, como el gran maestro. paso y Nieva, como el gran maestro.

Conocido popularmente por Vitín, Cortezo, a pesar de estar vinculado ideológica y sentimentalmente a la II República, renovó el mundo de la esceno grafía y el figurinismo en la pos guerra española con el director teatral y hoy popular actor Luis Escobar. Al margen de su quehacer profesional, Cortezo fue un personaje muy popular y peculiar en el Madrid de los años cincuenta, y circulan sobre su vida anécdotas verdadera mente disparatadas.

"Faltan muchos nombres", comenta Peláez, "pero nos parecía importante no hacer popurrí, a lo que hay que añadir el proble ma de encontrar nombres de ca lidad que tengan material suficiente para una exposición". En este sentido, Peláez se encuentra especialmente satisfecho, ya que piensa que la muestra es de las mejores que hoy se pueden ver en este campo en Europa. "El mundo del figurinismo es bastan te desconocido", comenta Peláez, "e incluso hay un complejo de inferioridad al pensar que son cosas sin valor lo que ha provocado que desaparezcan origina les importantísimos". Dentro de este capítulo de pérdidas irrepa rables se encuentran los dibujos que Dalí realizó para la versión del Don Juan Tenorio, de Zorrilla, en 1945, que estuvieron perdidos ,durante años hasta que alguien pensó que Dalí tenía valor, en marcó los diseños y los colgó en los pasillos de un ministerio, de donde, lógicamente, fueron robados.

Peláez lamenta profundamente que incluso hoy no se tenga en cuenta el valor de ciertos originales, y señala cómo el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, dependiente del Ministerio de Cultura, ni siquiera ha respondido a su petición de intervenir con sus fondos en la exposición, a pesar del interés por la muestra de Moisés Pérez Coterillo, director del Centro de Documentación Teatral. Las obras expuestas pertenecen o a los fondos del Museo Municipal o a colecciones particulares cuyos dueños muchas veces se sienten sorprendidos del valor de sus figurines.

La exposición muestra muchos figurines llenos de historia personal, como los que llevan escritas las órdenes de censura en las que se retocan escotes y largos de faldas. "No obstante", comenta Peláez, "la censura era doble, ya que, además de existir la oficial, la peor era la de los propios actores, que cuando no se veían guapos no aceptaban el traje y no había forma de convencerles". Entre los figurines expuestos existen los censurados por Isabel García Lorca, que prohibió los diseños de Narros para una Doña Rosita la soltera porque los trajes no eran negros.

La intromisión de grandes de la pintura española en el mundo de la escenografía y el figurinismo se remonta al siglo XVI. Los orígenes de este noviazgo de los pintores con la figuración se encuentran en Federico de Madrazo, que realizó diseños para la zarzuela Pan y toros, y Velázquez, para una obra de la corte de Felipe IV en la que incluso llegó a hacer un papel. Los precedentes inmediatos se encuentran en diferentes trabajos de figuración de nombres como Picasso, Juan Gris, Dalí, Miró, Arroyo, Paredes Jardiel, Guinovart, Antonio Saura, José Caballero, Ramón Gaya o Benjamín Palencia -que colaboró especialmente con la Barraca de García Lorca. La exposición, que se encuentra situada hasta el próximo 20 de abril en el teatro Albéniz, de Madrid, viajará posteriormente a Canarias, Pamplona, El Escorial, Barcelona y Murcia.