SIDA en colegios

Me he quedado bastante sorprendido por la noticia aparecida en EL PAÍS del 14 de noviembre de 1987 que hacía referencia a la próxima edición de un texto "que sirva de guía a los profesores para saber cómo actuar ante los alumnos portadores del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)".El artículo en cuestión -titulado Campaña sobre el SIDA en colegios- anunciaba esta iniciativa de los ministerios de Sanidad y de Educación, promovida al parecer por situaciones de marginación ya vividas en nuestro país (casos Durango y Canarias).

Mi sorpresa procede del tipo, de información que -siempre según la noticia de EL PAÍS- se pretende dar a los profesores. Por un lado, afirmar que se debe evitar que los niños practiquen juegos como "hacerse hermanos de sangre" traduce un desconocimiento del mundo de la infancia. ¿Creen acaso que esta costumbre existe entre nuestros niños y adolescentes? Yo, desde luego, tras más de siete años de compartir con ellos sus problemas reales, es la primera noticia que tengo.

Por otro lado, la recomendación de clorar adecuadaniente las piscinas implica, aparte de ignorar los amplios y serios estudios epidemiológicos que se han hecho sobre el síndrome -y que descartan plenamente la teoría de la transmisión hídrica del virus-, una descalificación de la campaña por cuanto el efecto pretendido de informar Ipuede tornarse en un fomento del miedo irracional a mecanismos de transmisión ya descartados. Y, desde luego, si algo le ha sobrado a este síndrome ha sido la desinformación, por no decir la información manipulada por intereses no muy claros- responsable de epidemiología y salud escolar del Ayuntamiento de Leganés.