Opinión de la Iglesia

No sólo el sínodo (según editorial del 1 de noviembre), también el Papa, los obispos y la Iglesia entera han sido, son y seguirán siendo, "decepcionantes" para los editorialistas de EL PAÍS mientras persistan en ese tenaz y contradictorio empeño de catequizar a la Iglesia desde sus declaradas posiciones laicistas.Ellos, ciertamente -y parece que sólo ellos- tienen una idea clara de lo que es la Iglesia y de lo que debe decir, callar, hacer o deshacer en cada momento. Pero sucede que la Iglesia real dista mucho de ese modelo, y no parece mostrar demasiado interés por las lecciones que es...

No sólo el sínodo (según editorial del 1 de noviembre), también el Papa, los obispos y la Iglesia entera han sido, son y seguirán siendo, "decepcionantes" para los editorialistas de EL PAÍS mientras persistan en ese tenaz y contradictorio empeño de catequizar a la Iglesia desde sus declaradas posiciones laicistas.Ellos, ciertamente -y parece que sólo ellos- tienen una idea clara de lo que es la Iglesia y de lo que debe decir, callar, hacer o deshacer en cada momento. Pero sucede que la Iglesia real dista mucho de ese modelo, y no parece mostrar demasiado interés por las lecciones que estos expertos en eclesiología imparten en tantos decepcionantes editoriales.

Decepcion antes, porque uno vuelve a leerlos con la ilusión -siempre frustrada- de encontrar en ellos las altas cotas de racionalidad, tolerancia y profesionalidad que no es raro alcanzar en esa página de opinión de EL PAÍS cuando se editorializa sobre otros temas.

Un enésimo ejemplo: el último editorial sobre el sínodo. Un editorial indocumentado escrito con una mal disimulada irritación que arremete duramente contra los obispos y llega hasta el insulto denunciable porque disienten del editorialista y porque han ejercido el derecho a guardar silencio sobre las materias reservadas del sínodo. Un editorial verdaderamente decepcionante- Fermín R. Campoamor.