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Los peligros de eros

El miedo a contraer el SIDA ayuda a reducir la incidencia de otras enfermedades de transmisión sexual

Al SIDA le cabe el honor de haber puesto de relieve el peligro que todavía acecha a la humanidad en su intento de liberación sexual. En las últimas décadas, las denominadas enfermedades venéreas (de Venus, diosa del amor) habían ido perdiendo popularidad, dado que, si bien su erradicación no se había conseguido, el tratamiento con antibióticos eliminó o redujo su peligrosidad y el carácter mortal que acompañaba frecuentemente a estas infecciones, El SIDA ha venido a anular este divorcio transitorio entre Eros y Tánatos, el sexo y la muerte, en la imaginación popular.

Más información
Sífilis congénita

La mejor contribución que está realizando el SIDA es la generalización del uso del preservativo, en opinión de Angel López, ginecólogo y presidente de la Asociación de Planificación Familiar de Madrid, ya que esto está haciendo disminuir la incidencia de las enfermedades de transmisión sexual". Estas dolencias constituyen un nutrido grupo de infecciones de procedencia, sintomatología, diagnóstico y tratamiento muy diversos, cuya característica común es la incidencia de la vía de transmisión, aunque en la mayor parte de los casos esta no es exclusiva. Las infecciones incorporadas al grupo de enfermedades de transmisión sexual (ETS) pueden provenir de todo tipo de gérmenes, como bacterias, virus, protozoos, hongos e incluso insectos. La ya desusada denominación de venéreas, aún utilizada como reclamo de dudosas clínicas más o menos discretas y repartidas por los cascos antiguos de casi todas las ciudades, aludía esencialmente a las enfermedades producidas por las bacterias, esto es, sífilis y gonococia (también denominada gonorrea o blenorragia) fundamentalmente.Estas infecciones, así como las originadas por protozoos, como las trichomonas; hongos, como las cándidas y las actinomyces, o insectos, como las ladillas, son tratables adecuadamente, sobre todo si el diagnóstico se realiza precozmente. Sin embargo, su incidencia continúa siendo muy alta. Las tasas de sífilis y gonococia se incrementaron notablemente después de la Segunda Guerra Mundial, para estabilizarse desde finales de la década de los cincuenta hasta nuestros días.

Declaración obligatoria

Se trata de enfermedades de declaración obligatoria por parte del médico, pero esta obligación es eludida con bastante frecuencia, sobre todo en la medicina privada, por ineficacia en la gestión y la inspección de esta declaración. Por ello las cifras que los boletines epidemiológicos recogen han de tomarse con ciertas reservas.De acuerdo con estas fuentes, los casos de sífilis en España han pasado de 4.017 en 1984 a 3.979 en 1985 y 3.815 en 1986. La media nacional en el pasado año fue de 9,6 casos por cada 100.000 habitantes, con una distribución enormemente desigual entre el 2,65 del País Vasco y el 284,96 de Ceuta. Las infecciones gonocócicas tienen una mayor incidencia; los casos registrados fueron 27.884 en1984, 31.250 en 1985 y 30.937 en 1986. Las tasas por cada 100.000 habitantes oscilaban en 1986 entre el 25,58 de Castilla y León y el 219,03 de Baleares, siendo la media nacional de 77,83.

Las infecciones producidas por hongos, insectos y protozoos son mucho más frecuentes, pero se carece de datos de su incidencia al no ser de declaración obligatoria. Sin embargo, el grupo más peligroso de ETS es el que tiene en los virus su germen activo. Los herpes, las verrugas genitales o condiloma, la hepatitis B y el SIDA son enfermedades que carecen de tratamiento específico y casi siempre se curan, las que se curan, por reacción espontánea del organismo invadido. Si bien el herpes es una enfermedad de escasa importancia, éste se incrementa en determinados casos. Así, si una mujer está infectada por este virus con localización vaginal, puede infectar a su hijo en el momento del parto, lo que provoca frecuentemente la muerte de éste. Por otra parte, si el virus del herpes se asienta en el cuello del útero de la mujer, aumenta el riesgo de cáncer en esta localización.

Con todo, el principal problema que acecha a los que contraen estas enfermedades deviene de su actitud. El carácter vergonzante que siguen teniendo impide atajar a tiempo el mal. "Los enfermos tardan mucho en acudir al médico. Esperan a ver si remite sola la enfermedad o se automedican consultando a un amigo, etcétera. No acudir a un centro especializado genera secuelas, como la esterilidad o la transmisión a la descendencia, y es, además, una fuente de infección y transmisión de la enfermedad durante el tiempo que tarden en acudir", según el doctor López. En su opinión, las medidas a tomar son la información y la prevención. "Ante la sospecha de que nuestra pareja tenga una infección de este tipo, deben utilizarse métodos de barrera si se hace el coito, como el preservativo y el diafragrna o las cremas espermizidas. El preservativo es el método más eficaz, aunque no puede decirse que en un 100% de los casos".

Información

En los centros de promoción de la salud creados por el Ayuntamiento de Madrid se imparten charlas sobre sistemas anticonceptivos donde se insiste en la necesidad de prevenir y se recomienda acudir inmediatamente a un médico en caso de mostrar síntomas.Pese a todo, no existe aún un programa de información y tratamiento nacional del tema. Algunas comunidades autónomas han realizado alguna, como la Comunidad Valenciana, y en otras se han creado centros específicos, como el de la Generalitat de Catalunya.

Las enfermedades provocadas por virus son de dificil detección en una consulta médica normal. Algunos casos requieren unas pruebas muy específicas, que sólo pueden hacerse en el centro que está instalado en Majadahonda. Esto supone, en ocasiones, una acumulación de muestras para analizar que retrasa, el diagnóstico. Por otra parte, en algunos centros de planificación, que reciben muchos de estos casos, se dan demoras en consulta de hasta seis meses. Todo esto, junto a las tradicionales trabas burocráticas, contribuyen a dificultar un tratamiento rápido y eficaz que permita atajar la difusión de estas enfermedades.

Es preciso llamar la atención, además, sobre la desigual relación existente entre los síntomas y la gravedad de estas enfermedades. Así, mientras los hongos producen numerosas molestias, aunque se trata de infecciones banales, otras enfermedades, como la sífilis pueden incubarse durante mucho tiempo sin que presente manifestaciones sintomáticas notables, sobre todo en las mujeres.

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