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La Liga Profesional quiere prescindir de la Segunda B

La Liga Profesional de Fútbol quiere reducir sus competencias a la Primera División y la Segunda, lo que supone prescindir de la Segunda B. Esta última categoría pasaría a depender de la Federación Española, cuyos dirigentes ya se mostraron conformes con la reestructuración que pretende la Liga Profesional. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) es partidaria de mantener la situación actual porque, de lo contrario, peligra el convenio colectivo con los clubes.La idea de prescindir de la Segunda B no es nueva para los dirigentes de la Liga Profesional, aunque ahora se puede convertir en realidad al incrementarse el numero de sus equipos con la reestructuración aprobada para la próxima temporada. Éste es uno de los asuntos que figuran en el orden del día de la reunión que mañana mantendrá en Madrid el Comité Ejecutivo de la Liga Profesional y que después se debatira en las respectivas asambleas divisionarias de Primera, Segunda y Segunda B.

La Segunda B pasará en la próxima temporada de los actuales 22 equipos en un solo grupo a 80 en cuatro. La Liga Profesional considera que ese aumento de conjuntos hace peligrar el plan de saneamiento de las deudas de los clubes afiliados a ella, superiores a los 21.000 millones de pesetas, que se prevé en el convenio que firmó con el Consejo Superior de Deportes (CSD) en junio de 1985. El CSD observa también esa posibilidad al tener en cuenta el proceso y los antecedentes del endeudamiento.

La oposición de la AFE

La Federación Española, en principio, admitió aceptar entre sus competencias el control de la Segunda B. Los dirigentes federativos indicaron que la Liga Profesioal se comprometiese entonces a proporcionar a estos clubes el 10% que, en la actualidad, les entrega de sus ingresos de derechos del fútbol televisado y del 1% que de las quinielas reciben todos los clubes profesionales. El presidente de la Liga Profesional y del Español, Antonio Bará, aceptó, según fuentes federativas, esa propuesta inicial.El presidente de la AFE, Juan José Iriarte, que también asistió a la reunión en la que se planteó ese asunto y que fue convocada por el secretario de Estado para el Deporte, Javier Gómez-Navarro, aseguró que no existe acuerdo alguno sobre el futuro de la Segunda B. Su falta se debe al hecho de no estar concretada la categoría de los jugadores de esta división: profesionales o aficionados. El presidente de la AFE se pregunta si lo que pretenden la Liga y la federación con la Segunda B no es sino mantener una economía sumergida, sin subvenciones estatales y sin seguridad social. "El CSD ha sido claro en manifestar que no quiere situaciones encubiertas en el fútbol. Además, si eso es lo que quieren la Liga y la federación, peligra el convenio colectivo con los clubes" afirma Iriarte.

La profesionalización o no de la Segunda B es el principal problema de esta categoría. La Liga Profesional, según fuentes de la misma, estaría dispuesta a mantenerla en sus estructuras si el número de profesionales de la categoría no superase los 400, es decir, cinco jugadores por club, incluyendo los que en la actualidad figuran en esa situación, que se estiman en 220. Esta propuesta partió de la federación y la AFE se opone a ella al estimar que todo futbolista que perciba algún ingreso por jugar debe ser considerado un profesional.

Iriarte, de todos modos, indicó: "La AFE estaría dispuesta a estudiar algunas soluciones a este problema. Una de ellas podría ser la autorización transitoria de cinco profesionales por cada uno de los 58 clubes que asciendan a Segunda B y mantener los ya existentes".

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