Escaso uso de los autocares que debían sustituir al 'metro'

Los 150 autocares contratados por el Consorcio Regional de Transportes para paliar la huelga del Metro fueron ayer escasamente utilizados, ante el desconocimiento de los usuarios sobre su existencia. Ello hizo que a primeras horas de la mañana, y mientras en algunas líneas de autobuses municipales se producían aglomeraciones, se podía ver autocares vacíos ante las bocas de metro. Su alquiler, estimado en 10 millones de pesetas, fue considerado por el comité de empresa del Metro "una puñalada por la espalda". La huelga provocó mayor caos circulatorio que el día 2. Hay otro paro convocado para e...

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Los 150 autocares contratados por el Consorcio Regional de Transportes para paliar la huelga del Metro fueron ayer escasamente utilizados, ante el desconocimiento de los usuarios sobre su existencia. Ello hizo que a primeras horas de la mañana, y mientras en algunas líneas de autobuses municipales se producían aglomeraciones, se podía ver autocares vacíos ante las bocas de metro. Su alquiler, estimado en 10 millones de pesetas, fue considerado por el comité de empresa del Metro "una puñalada por la espalda". La huelga provocó mayor caos circulatorio que el día 2. Hay otro paro convocado para el viernes.

En la mañana de ayer, una gran parte de los viajeros del Metro, que podían haber utilizado de forma gratuita los autocares contratados por el Consorcio, pasaban ante ellos al no saber el motivo por el que se encontraban estacionados en las bocas de metro. En puntos como Sol, Manuel Becerra, Legazpi o Pacífico se veían autocares parados, identificados con letreros con el itinerario, esperando a los usuarios.Julián Revenga, director del Consorcio, reconoció ayer, implícitamente, el fracaso del servicio al afirmar que "no hemos llegado a tiempo de informar a los ciudadanos". Revenga añadió que "afortunadamente no ha habido una gran necesidad de este transporte, al haberse incrementado el número de viajeros del Metro entre las seis y las diez de la mañana, en comparación con el día 2".

Pese a la opinión de Revenga, en algunas líneas del Metro los trenes se vieron obligados a dejar viajeros en los andenes, ya que circulaban con menos vagones. Las más afectadas fueron la 1, 5, 6 y 10, en dirección Atocha-Plaza de Castilla, Marqués de Vadillo-Canillejas, Pacífico-Ciudad Universitaria y Campamento-Alonso Martínez, respectivamente. El problema más agudo lo sufrió la línea 1 antes de las ocho de la mañana. Una avería obligó a desalojar a los viajeros. Estos trayectos también sufrieron largas esperas en el de superficie.

Más madrugadores

Según la versión oficial, los usuarios del Metro madrugaron ayer un poco más que el día 2, primer día de huelga. Según Revenga, hubo una mejor distribución a lo largo de las cuatro horas de la mañana, en que el transporte subterráneo funcionó al 50% gracias a los servicios mínimos. Los únicos incidentes en esas horas fueron cuando la compañía abrió seis vestíbulos no incluidos en dichos servicios. Piquetes de trabajadores obligaron a cerrarlos.A las once de la mañana, varías decenas de trabajadores del Metro se concentraron en la Puerta del Sol, frente a la sede de la Comunidad de Madrid. Hora y media más tarde se produjeron algunos incidentes al tratar algunos de los concentrados de cortar el tráfico de la plaza.

Los incidentes finalizaron cuando la policía acordonó la zona, mientras que agentes municipales dirigían el tráfico. Los manifestantes optaron por trasladarse a la plaza de la Villa, sede del Ayuntamiento.

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Según diversas fuentes consultadas, la desinformación de los usuarios se debió a la forma de contratación de los autobuses. El Consorcio comenzó a negociar el alquiler de autocares tras la primera jornada de huelga del Metro, el día 2.

Sin embargo, según reconoció Julián Revenga, la posibilidad de un acuerdo entre empresa y trabajadores paralizó la contratación de vehículos hasta el mediodía del martes. Ese mismo día por la mañana, una asamblea de trabajadores del Metro ratificó la huelga de ayer, al continuar las discrepancias salariales entre empresa y trabajadores.

El Consorcio se puso entonces en contacto con Fenebús y Asintra y consiguió 120 autocares. Luego, a lo largo de la tarde -mientras se celebraba otra asamblea, que dio un resultado final de 808 votos a favor de la huelga y 78 en contra-, logró que otras asociaciones y autónomos pusieran los 30 vehículos restantes, con lo que se dio luz verde a la operación. La premura impidió dar publicidad adecuada a este servicio extra.

Tercera jornada de paro

Revenga afirmó asimismo que, si no se llega a un acuerdo claro en la reunión prevista para hoy entre dirección y trabajadores del Metro, el Consorcio montará una operación parecida para el próximo día 10, en que está fijada la tercera jornada de paro. "En esta ocasión no se esperará a saber el resultado de las asambleas que los trabajadores del Metro hacen el día anterior a la huelga y se anunciarán convenientemente al público los itinerarios que se fijen".Revenga adelantó que el día 10, de coincidir las huelgas del Metro y Renfe, el Consorcio establecerá dos redes de autocares: una periférica y otra urbana. Diego García, secretario del comité de empresa del Metro, calificó la medida del Consorcio de puñalada por la espalda".

"Hemos acordado unos determinados servicios mínimos porquese nos ha dicho que el Metro es un transporte esencial, pero, si se incrementa el de superficie, este carácter se puede cuestionar. Nos sentnnos engañados, y si hay huelga el 10, vamos a aplicar otros criterios", dijo el portavoz del comité

[El presidente regional, Joaquín Leguina, recibió al comité de empresa del Metro y les dijo que pedirá a la dirección que sea "flexible" al negociar el convenio, aunque matizó que creía que ya ya lo era, informa Europa Press. A los representantes de CC OO les dijo que creía que este sindicato, o un sector de él, perseguía "la huelga como un fin en sí mismo", y no para beneficiar a los trabajadores. "Me han desmentido esa posición, es lógico que me la desmientan y ójala sea verdad lo que dicen", afirmó].

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