La confrontación entre las corrientes del PSE-PSOE, pendiente del reparto de carteras

La comisión ejecutiva del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) no tiene aún ultimado su equipo en el Gobierno vasco, que dará a conocer probablemente a lo largo de esta semana. La ejecutiva de los socialistas vascos se reunió ayer para barajar las diferentes posibilidades bajo la sombra de la confrontación entre los diferentes poderes internos del partido.

La formación del equipo de gobierno socialista ha recrudecido en los últimos días las maniobras entre las diferentes corrientes del Partido Socialista de Euskadi. La situación tiene algunas similitudes con la batalla por el control del PSE-PSOE que se produjo en los primeros meses de 1985, poco después de la firma del pacto de legislatura entre el lendakari José Antonio Ardanza y el secretario general de los socialistas vascos, José María Benegas.Entonces, la celebración del IV Congreso de los socialistas vascos zanjó la discusión en favor de Benegas, reelegido secretario general en una candidatura cerrada. Su más directo rival, Ricardo García Damborenea, quedó excluido de la nueva ejecutiva junto con los hombres de su equipo.

Ahora, la ejecutiva de Benegas, a la que en algún momento se tildó de sector nacionalista dentro del PSE-PSOE, tienta, el equilibrio entre el socialismo antinacionalista tradicional en las zonas del proletariado inmigrante, los sectores profesionales menos proclives a entender la coyuntura vasca como resultado del conflicto de dos comunidades y los sectores crecidos a raíz de la presencia de los socialistas en la Administración.

El conflicto latente en las filas socialistas está más centrado en la representación del poder interno que en las líneas políticas generales. Así, el apoyo al pacto sucrito por el PSE-PSOE con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha sido generalizado dentro de los socialistas.

La primera prueba de esa aceptación del pacto llegó ayer en las Juntas Generales de Álava, donde los socialistas impidieron que prosperara una moción de censura contra cinco diputados del PNV. Los socialistas habían actuado antes como promotores de la moción de censura, según informa José M. Vitoria.

La celebración de las elecciones municipales será también piedra de toque para el reparto interno de poder entre los socialistas vascos. La vigencia de la versión socialista de Ricardo García Damborenea se medirá en relación con los movimientos de otras fuerzas políticas, en especial Euskadiko Ezkerra (EE), en las áreas de concentración de la clase obrera industrial.

Dos fijos

Respecto al reparto de las seis consejerías y la vicepresidencia del Ejecutivo autónomo, que según el pacto firmado con el PNV les corresponden a los socialistas, el hasta ahora delegado del Gobierno en la comunidad autónoma, Ramón Jáuregui, y el economista Ricardo González Orús son, hasta el momento, los únicos socialistas fijos en el futuro Gobierno vasco.Jáuregui será destituido en sus funciones como delegado gubernativo en el Consejo de Ministros del próximo viernes y es firme candidato socialista a ocupar el cargo de vicelendakari del Ejecutivo presidido por Ardanza. González Orús, hasta el momento miembro del equipo económico de la delegación, ocupará con toda probabilidad la cartera de Industria y Comercio.

Los socialistas tienen ahora que acordar sus representantes en las otras carteras que les corresponden, según el acuerdo con el PNV: Economía y Planificación, Educación, Universidades e Investigación, Sanidad y Consumo, Transportes y Obras Públicas y Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente. Fuentes socialistas afirmaban ayer que el, objetivo de la ejecutiva es el de formar un equipo funcional que combine la calidad en las carteras de gestión con el equilibrio necesario para hacerse cargo de carteras de alto significado político, como puede ser la de Educación.