Cartas al director

Los aumentos salariales

El ministro Solchaga ha pedido a los empresarios que no cedan un ápice frente a las pretensiones salariales de los trabajadores de conseguir un aumento superior al 5%. Esto lo ha aconsejado el ministro de un Gobierno que pertenece a un partido político que se tilda de izquierdas, que hace una política de derechas y que entre sus siglas aparece escandalosamente la O de obrero.Con una tasa de desempleo cercana al 22%, y con las calles de las principales ciudades repletas de familias desahuciadas de sus hogares por impago de los alquileres, me pregunto, ¿qué pretenden estos gobernantes, antes tan...

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El ministro Solchaga ha pedido a los empresarios que no cedan un ápice frente a las pretensiones salariales de los trabajadores de conseguir un aumento superior al 5%. Esto lo ha aconsejado el ministro de un Gobierno que pertenece a un partido político que se tilda de izquierdas, que hace una política de derechas y que entre sus siglas aparece escandalosamente la O de obrero.Con una tasa de desempleo cercana al 22%, y con las calles de las principales ciudades repletas de familias desahuciadas de sus hogares por impago de los alquileres, me pregunto, ¿qué pretenden estos gobernantes, antes tan críticos en la oposición y ahora tan implacablemente injustos?

Porque, mientras este Gobierno ha cambiado el traje de pana por el esmoquin y la camisa de franela por la de seda, y sus esposas acuden a los peluqueros de moda, y sus hijos cuando tengan la edad serán enviados a estudiar en buenos colegios del extranjero, porque son conscientes de las graves deficiencias de las universidades españolas, en Barcelona se ha organizado una campaña ciudadana de solidaridad, que pretende la recogida de alimentos y dinero para los más desheredados. Pero el ministro Solchaga lo ignora, porque, sin duda, en su cabeza sólo bulle la idea de nuevas reconversiones, frenar los aumentos salariales, tener a los empresarios contentos y a los banqueros con las arcas bien repletas, sabiendo que cuando deje su sillón ministerial le aguarda un buen cargo como a su antecesor. Entonces a él, ¿qué más le da que un sector de nuestra sociedad pase hambre física y sed de justicia? Por favor, que no sigan siendo tan cínicos y supriman de las siglas de su partido esa O de obrero.-

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