LA GUERRA DEL GOLFO

Organizaciones integristas shiíes se atribuyen el secuestro frustrado de un avión civil iraquí

JAVIER- VALENZUELA Diversas organizaciones clandestinas se atribuyeron ayer en Beirut el intento de secuestro, el día de Navidad, de un Boeing 737 de las líneas aéreas iraquíes, Iraqi Airways. El secuestro terminó de modo espectacular y con 62 muertos, al estrellarse el aparato en una ciudad de Arabia Saudí. Todos los grupos que reclaman la autoría de la acción, entre ellos Yihad Islámica, pertenecen al sector integrista y proiraní de la comunidad shií libanesa. El día de Navidad, los activistas islámicos se cobraron también la vida de un diplomático libio que viajaba por Líbano.

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JAVIER- VALENZUELA Diversas organizaciones clandestinas se atribuyeron ayer en Beirut el intento de secuestro, el día de Navidad, de un Boeing 737 de las líneas aéreas iraquíes, Iraqi Airways. El secuestro terminó de modo espectacular y con 62 muertos, al estrellarse el aparato en una ciudad de Arabia Saudí. Todos los grupos que reclaman la autoría de la acción, entre ellos Yihad Islámica, pertenecen al sector integrista y proiraní de la comunidad shií libanesa. El día de Navidad, los activistas islámicos se cobraron también la vida de un diplomático libio que viajaba por Líbano.

Irak acusó ayer formalmente a la República Islámica de Irán del secuestro del Boeing 737, que cubría el trayecto entre Bagdad y Ainman. Un portavoz oficial afirmó en la capital iraquí que los secuestradores eran "dos agentes iraníes que llevaban pasaportes libaneses". Los dos hombres, según la versión de este portavoz, llegaron al aeropuerto de Bagdad desde Yugoslavia, en tránsito hacia la capital jordana.Entre 30 y 40 minutos después del despegue, los piratas del aire intentaron apoderarse del aparato. Se encontraron con una decidida resistencia por parte de los agentes de seguridad iraquíes que viajaban a bordo. Uno de lo asaltantes murió durante el tiroteo. El otro, al estrellarse el avión en las proximidades del aeropuerto de Arar, en Arabia Saudí, a unos 400 kilómetros al sureste de Bagdad.

Si la versión oficial iraquí es concisa, la saudí se limita a señalar que 62 personas murieron y 44 lograron sobrevivir, la mayoría heridas, en el accidente. El ministro saudí de Defensa y Aviación no ha explicado por qué el Boeing de Iraqi Airways se precipitó en su territorio. Tampoco ha informado si hay detenidos en relación a este suceso. Al parecer, gran parte de las víctimas eran somalíes, sudaneses y egipcios.

De Jordania proceden las más completas informaciones sobre el sangriento episodio aéreo del día de Navidad. Uno de los supervivientes de la catástrofe es Suleimán Arar, ex viceprimer ministro jordano, que ha relatado la historia a la televisión de su país.

Arar afirma que los secuestradores eran "al menos dos", en su opinión, cuatro. Iban armados con pistolas y granadas, y apenas habían mostrado sus intenciones cuando fueron atacados por agentes iraquíes de paisano. Se produjo un intercambio de disparos y los asaltantes arrojaron dos granadas.

Tras las explosiones se produjo una situación dantesca, y la tripulación intentó un aterrizaje forzoso en el aeropuerto más próximo, el saudí de Arar, en pleno desierto. Allí el avión chocó contra el suelo y luego explotó. El ex viceprimer ministro jordano ha realizado una descripción espeluznante de la carnicería.

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Respecto a los secuestadores, Arar ha manifestado que gritaban las consignas de los revolucionarios islámicos, "Allah akbar" (Dios es grande). En su opinión, dos murieron y otros dos resultaron heridos y fueron capturados por los saudíes.

Las atribuciones que diversos grupos efectuaron ayer en Beirut parecen confirmar que los autores del frustrado secuestro son shiíes proiraníes. Un supuesto portavoz de la misteriosa organización Yihad Islámica telefoneó a un medio de información libanés y se responsabilizó de la acción, efectuada, según él, "en colaboración con los hermanos del grupo Al Daawa".

En los últimos tres años, Yihad Islámica, grupo que se supone formado por integristas libaneses, ha efectuado numerosos atentados contra intereses norteamericanos y franceses en suelo árabe. Los más espectaculares fueron los realizados por conductores suicidas que se lanzaron con camiones cargados de explosivos contra embajadas y cuarteles. En la actualidad, dicho grupo tiene cautivos en Líbano a dos norteamericanos y tres franceses.

Yihad pierde la paciencia

Al reivindicar la acción del día de Navidad, el supuesto portavoz de Yihad Islámica añadió, en relación a los rehenes, que la organización "está perdiendo la paciencia" y espera una satisfacción inmediata de sus exigencias: el cese de la venta de armas francesas a Irak y la libertad de 17 de sus militantes encarcelados en Kuwait.

El grupo Al Daawa, citado por el anónimo comunicante de Yihad Islámica, está compuesto por integristas íraquíes opuestos al régimen de Saddam Hussein. Yihad exige la liberación de los dos secuestradores heridos y presuntamente detenidos por las autoridades saudíes tras la catástrofe del Boeing 737.

Otro de los grupos que se han proclamado responsables de la acción, el hasta ahora desconocido Movimiento Islámico de Liberación-Rama Iraquí, ha amenazado también a Arabia Saudí con "represalias" si entregan a los detenidos a las autoridades de Bagdad.

Irán, por su parte, ha rechazado cualquier implicación en el intento de secuestro del avión de línea iraqui. La República Islámica, declaró ayer una fuente oficial, se opone a "los actos inhumanos" y, en particular, a "los ataques a la seguridad de la aviación civil".

Pese al desmentido iraní, portavoces jordanos relacionan el episodio del Boeing con la actual escalada en la guerra del Golfo, que opone desde hace seis años a Irán e Irak.

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