Schoenberg y Haydn, por Orpheus

Con motivo de su presentación en el último Festival Internacional de Santander tuvimos ocasión de comentar la calidad de la Orquesta de Cámara Orpheus, de Nueva York. Con un repertorio amplio y difícil los músicos estadounidenses tocan a la perfección Haydn o Mozart, Schubert, Rossini, Bartók o Schoenberg, y lo hacen sin director, llevando a la realidad una antigua pretensión soviética de los años veinte que cuajó en la llamada Orquesta Persinphans.Como, al parecer, sucedió con aquélla, a la formación neoyorquina le falta precisamente el director, y no por las razones que muchos en principio podían suponer de ajuste y precisión, de auténtica unificación de todos los instrumentos, sino por ese algo más de orden expresivo que parece imponer una batuta si es verdaderamente musical y orientadora.

De todos modos, constituye un espectáculo sonoro de lujo esta Orquesta Orpheus, que convocó un público numeroso y entusiasta en el teatro Real, de Madrid.

Gran jornada para los amantes de la orquesta clásica, tan precisada de valores sinfónicos como camerísticos.