El banco emisor ingreso 69.000 millones de pesetas en el Tesoro

El Banco de España obtuvo en 1985 unos resultados totales de 69.000 millones de pesetas, 28.000 millones menos que un año antes. La reducción de los resultados en una cifra significativa se debe al menor rendimiento de la cartera de valores, en la que se incluyen los pagarés del Tesoro, cuya rebaja de tipos de interés influyó mucho.Los intereses obtenidos por operaciones de liquidez a bancos y cajas supusieron 154.000 millones de pesetas, un 4%, más que hace un año. El rendimiento de la cartera de valores, por el contrario, descendió en un 49% y se situó en 58.000 millones de pesetas. Los rend...

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El Banco de España obtuvo en 1985 unos resultados totales de 69.000 millones de pesetas, 28.000 millones menos que un año antes. La reducción de los resultados en una cifra significativa se debe al menor rendimiento de la cartera de valores, en la que se incluyen los pagarés del Tesoro, cuya rebaja de tipos de interés influyó mucho.Los intereses obtenidos por operaciones de liquidez a bancos y cajas supusieron 154.000 millones de pesetas, un 4%, más que hace un año. El rendimiento de la cartera de valores, por el contrario, descendió en un 49% y se situó en 58.000 millones de pesetas. Los rendimientos de las operaciones exteriores, colocación de divisas en los mercados internacionales y venta de divisas, mostraron crecimientos modestos. Los intereses obtenidos totalizaron 158.000 millones de pesetas, y las operaciones en divisas, 70.000 millones.

Los gastos de administración crecieron el 7,6%, aumentando mucho menos, los gastos de personal, al congelarse las aportaciones a las obras sociales, y los gastos financieros disminuyeron en casi 4.000 millones de pesetas frente a 1984. De estos gastos financieros los más importantes fueron los derivados de los depósitos de bancos y cajas para la cobertura del coeficiente de caja.

Los resultados finales del Banco de España han mostrado importantes oscilaciones en los últimos ejercicios como consecuencia de las variaciones en la financiación del déficit del sector público y del nivel de reservas existente. En la medida en que el Banco de España tenía que drenar liquidez del sistema incurría en mayores gastos financieros y la disminución de reservas exteriores proporcionaba menores ingresos por su colocación en los mercados internacionales, pero al tiempo significaban mayores ingresos por venta de reservas.

Mayores ingresos

La situación en el ejercicio actual ha atravesado por dos fases diferenciadas. En la primera, el Banco de España tuvo que drenar liquidez, en cantidades no especialmente grandes, por lo que se resintió su cuenta de resultados. La acumulación de reservas en lo que va transcurrido del ejercicio, y las previsiones hasta finales de año, permiten una proyección de ingresos crecientes derivados de su colocación en el exterior.

Además, el desbordamiento del control monetario y la elevación de los tipos de interés de las subastas de préstamos de regulación vienen proporcionando ingresos financieros por operaciones interiores muy elevados al Banco de España. Desde los meses de abril y mayo el banco emisor presta cantidades importantes, en varias semanas muy cerca del billón de pesetas, a bancos y cajas de ahorro. Las cesiones de pagarés del Tesoro que hace la autoridad monetaria a las instituciones financieras se están realizando desde hace varios meses con importantes beneficios para el Banco de España. Al tiempo se ha reducido en dos ocasiones el tipo al que se retribuyen los depósitos obligatorios y antes del verano se realizó una emisión de bonos del Tesoro, adquirida por el Banco de España para que la financiación del déficit público no repercutiera de forma negativa sobre sus resultados.

Con todo ello no parece posible que el cierre del ejercicio no arroje resultados positivos, aunque sean algo menores que los obtenidos en 1985 y más en línea con los alcanzados en 1983.

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