Cartas al director

Alemanes contra los toros

Me permito darle conocimiento de una campaña en contra de las corridas de toros españolas lanzada recientemente, con un esfuerzo extraordinario, por una sociedad protectora de animales de Hamburgo. Durante mis estancias en España fui testigo de los debates interminables acerca de este tema -sobre todo a través del periódico que usted dirige-, y creo que una aportación alernaría al respecto pluede resultar interesante para sus lectores. La campaña se basa en dos carteles, editados por la mencionada sociedad cuyo texto alemán dice en castellano:"El espectáculo más sangriento del mundo. La corrid...

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Me permito darle conocimiento de una campaña en contra de las corridas de toros españolas lanzada recientemente, con un esfuerzo extraordinario, por una sociedad protectora de animales de Hamburgo. Durante mis estancias en España fui testigo de los debates interminables acerca de este tema -sobre todo a través del periódico que usted dirige-, y creo que una aportación alernaría al respecto pluede resultar interesante para sus lectores. La campaña se basa en dos carteles, editados por la mencionada sociedad cuyo texto alemán dice en castellano:"El espectáculo más sangriento del mundo. La corrida: una matanza cruel. ¡No acudáis a los toros!".

"España, ¡sí! Corridas, ¡no! En la mayoría de los casos, el turista curioso siente asco cuando ve con sus propios ojos cómo el toro, ese coloso impresionante, se convierte en un ser miserable que echa sangre por numerosas heridas. Tiene que observar cómo unos cómplices montados a caballo hunden sus lanzas en el pescuezo del toro, cómo otros luchadores le clavan unas banderillas ganchosas en la carne y cómo al final el matador da el pinchazo mortal al animal torturado, lo que en muchos casos sólo consigue al cabo de varios intentos. ¡Turistas para Españal ¡No acudáis a la plaza de toros, al maltrato público y cruel de animales! ¡No apoyen una cosa así por su asistencia.'".

Quiero saludar a todos los redactores de EL PAÍS y felicitarles' por su labor en un periódico excelente al que en Alemania Occidental, lamentablemente, no hay nada comparable.- Achim Arbeiter.

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