Profanadores de tumbas

Los efectos de una seta alucinógena pueden explicar la extrañas aperturas de sepulcros en Pola de Siero

Una seta con propiedades alucinógenas, la Amanita muscarina, puede ser el origen de las profanaciones de tumbas observadas en el último año y medio en el cementerio de Pola de Siero, localidad asturiana muy próxima a Oviedo. Recientemente, la policía detuvo a dos jóvenes presuntamente implicados en los hechos, que han pasado a disposición judicial y se encuentran internados en la cárcel de Oviedo.

Pola de Siero, una villa de casi 10.000 habitantes, capital de un concejo de 45.000, situada a 15 kilómetros de la capital asturiana, vivió con recelo y preocupación los descubrimientos, de tu...

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Una seta con propiedades alucinógenas, la Amanita muscarina, puede ser el origen de las profanaciones de tumbas observadas en el último año y medio en el cementerio de Pola de Siero, localidad asturiana muy próxima a Oviedo. Recientemente, la policía detuvo a dos jóvenes presuntamente implicados en los hechos, que han pasado a disposición judicial y se encuentran internados en la cárcel de Oviedo.

Pola de Siero, una villa de casi 10.000 habitantes, capital de un concejo de 45.000, situada a 15 kilómetros de la capital asturiana, vivió con recelo y preocupación los descubrimientos, de tumbas y un panteón profanados. Causó tal impacto, la noticia que fue durante mucho tiempo el motivo de comentario popular.Recientemente, la comisaría de policía de Siero resolvió el caso y así lo hizo público (véase EL PAÍS del lunes día 11). Dos jóvenes, Miguel José G. F., de 21 años de edad, y Gabino G. C., de 19, fueron acusados formalmente ante el juez de instrucción, que ordenó su ingreso en la cárcel preventivamente. Los dos tenían antecedentes por hurto y por robo y uno de ellos había sido detenido en dos ocasiones durante el mes de febrero, por lo que fue necesario excarcelarlo para que pudiera ser interrogado.

Según la nota policial, los jóvenes reconocieron haber dado muerte, en diversas ocasiones, a algunos; animales, entre ellos cabras y ovejas, sin que pudiese establecerse una relación directa entre unos sucesos y otros. En ningún momento aparecieron animales en el cementerio, ni siquiera unos y otros biechos fueron próximos en el tiempo, lo que descarta cualquier tipo de magia negra, necrofilia o ritual.

"De una manera casual. e indirecta en el , Ayuntamiento supimos que los jóvenes iban a tina zona próxima al cementerio a la búsqueda de una seta con un fuerte poder alucinógeno, la Amanita muscarina. Ésta se da en climas húmedos y en lugares próximos a arboledas. Lo que pudo ocurrir después puede ser una consecuencia de la ingestión de estas setas", según un, destacado miembro de la corporación del municipio de Siero.

La policía, sin embargo, no ha dado oficialmente esa versión. Para los miembros de este cuerpo, "es probable que los jóvenes pudieran haber ingerido alcohol antes de que entrasen en el cementerio, pero no sabernos que estuvieran drogados".

Las profanaciones; ocurrieron tres veces durante año y medio y se limitaban a la apertura de sepulcros y en algunos casos de los sarcófagos. Las tumbas eran elegidas presumiblemente Por casualidad; quizá fueron a dar con aquellas que resultaban más vulnerables.

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Carlos Sánchez Martino, cura párroco de Pola, asegura que "estamos muy apenados porque los muchachos son hijos de dos familias muy apreciadas aquí, que lo están pasando muy mal porque éste fue un asunto muy comentado entre los ciudadanos. Los propios familiares de los muertos cuyas tumbas fueron violentadas no han querido insistir una vez que el asunto se resolvió policialmente".

En Pola de Siero no es demasiado fácil abordar el, asunto una vez que parece concluido. Lo que tantas veces fue objeto de atención es ahora un episodio que trata de olvidar

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