Cuatro despedidos en McDonald's por promover elecciones sindicales

Cuatro trabajadores de Restaurantes McDonald's, en su centro de la Gran Vía, de Madrid, han sido despedidos por promover elecciones sindicales, según la denuncia presentada ante la Inspección de Trabajo. En la carta de despido se acusa a los empleados de haberse arrogado "ilegalmente la representatividad de sus compañeros" y no estar facultados parta promover elecciones. Las relaciones laborales en McDonald's se rigen por un reglamento de régimen interior y un denominado Manual del Empleado, que aconseja que estos problemas se traten directamente con la dirección.

Los trabajadores despe...

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Cuatro trabajadores de Restaurantes McDonald's, en su centro de la Gran Vía, de Madrid, han sido despedidos por promover elecciones sindicales, según la denuncia presentada ante la Inspección de Trabajo. En la carta de despido se acusa a los empleados de haberse arrogado "ilegalmente la representatividad de sus compañeros" y no estar facultados parta promover elecciones. Las relaciones laborales en McDonald's se rigen por un reglamento de régimen interior y un denominado Manual del Empleado, que aconseja que estos problemas se traten directamente con la dirección.

Los trabajadores despedidos habían intentado promover las elecciones sindicales en los centros de McDonald's en Madrid, y para ello presentaron la documentación pertinente en el Ministerio de Trabajo. Posteriormente la empresa remitió cartas y telegramas de despido a los promotores de la idea en la que se les comunicaba que habían sido vistos mientras repartían panfletos, arrogándose ilegalmente el papel de promotor de elecciones sindicales".El pasado 24 de enero se había celebrado una reunión de empleados en la que se decidió promover elecciones sindicales en la empresa. El proceso electoral quedó abierto, a partir del 29 de enero. El 30 de ese mismo mes llegaron las primeras cartas de despido dirigidas a los promotores de la iniciativa.

Las relaciones laborales en McDonald's, cadena de establecimientos de comida rápida, la más importante de este sector en el mundo - 137.000 empleados y una facturación anual de 500.000 millones de pesetas-, se rigen por el denominado Manual del Empleado, un libro que combina elementos de estricto funcionamiento práctico con otros de carácter filosófico.

"El espíritu McDonald's", dice el manual, "está exclusivamente en nosotros y en tí". Pero el propio texto reconoce que "aunque consideramos que McDonald's es una compañía progresiva (sic) y de buenas intenciones, nos damos cuenta de que algunas personas, de cuando en cuando, pueden tener problemas relacionados con el trabajo que no alcanzarán a resolverse a través de las reuniones de equipo". En ese caso, el manual recomienda que se acuda al jefe superior -el manager- y se llegue incluso al presidente de la compañía. Nadie de los consultados recuerda que trabajador alguno haya llegado hasta esas instancias.

Trabajo rotativo

Los trabajadores de esta compañía carecen, en su mayoría, de categoría profesional. O tienen todos la misma. Todos son contratados como personal de equipo. El propio manual aclara que en McDonald's el trabajo es rotativo. Y de la cocina se puede pasar a mostrador o a mesas.El manual es exhaustivo en lo referente a pulcritud. Véase: "se exigen baños regulares y uso de desodorantes, manos y uñas limpias y el uso moderado de cosméticos". Pero, según el texto nunca hay que pasarse, y así se indica que "la utilización de bisutería puede ser permitida cuando sea de buen gusto y de pequeño tamaño y cantidad".

No gustan las barbas, pero el manual acepta que se deje el bigote "siempre que se mantenga pulcro y limpio y que no exceda los lados de la boca ni cubra el labio superior". Las patillas están permitidas, pero, "se recortarán para que no se extiendan por debajo del lóbulo del oído".

El peinado debe ser "pulcro y limpio", los hombres deben llevar el cabello cortado por encima del cuello de la camisa. Y las mujeres deben llevarlo recogido, dejando la cara descubierta. Los zapatos han de ser negros y estar limpios, y están proscritos los playeros y sandalias.

La empresa -lo dice el manual- ofrece mucho más que un talón de pago y se encarga de preparar excursiones, meriendas, etcétera. El trabajador puede comer gratis. A los que trabajan menos de cuatro horas se les suministrará -siempre para consumir dentro del establecimiento- "un sandwich regular, una porción regular de patatas fritas, y una bebida regular fresca, café o leche. Si se trabaja de cuatro a ocho horas, el sandwich es grande, y si se pasa de las ocho horas, el trabajador tiene derecho a los dos tipos de comida.

El propio manual advierte de la posibilidad de la movilidad funcional y geográfica, ambas siempre con el fin de adquirir una mejor formación del trabajador. Respecto a la primera -que el texto llama rotación del trabajo- se dice que "esto facilita experimentar todos los aspectos del negocio y las operaciones de venta". Y de la segunda se recomienda que cuando por necesidades de operaciones se traslade a un trabajador temporal o permanentemente "debe aceptarlo de buen grado, ya que nunca resultará perjudicado".

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