Ambiente crispado ante el Atlético-Madrid

El Atlético de Madrid alcanzó ya ayer el récord de recaudación en el estadio Calderón al haber vendido todas las entradas e ingresado casi 60 millones de pesetas por su partido de hoy con el Real Madrid. La expectación es máxima. A ello ha contribuido una escalada de declaraciones conflictivas, casi todas ellas relacionadas con Luis Aragonés y el mal recibimiento preparado al mexicano Hugo Sánchez. El Atlético se presenta en mal momento, acusa la baja de Quique y está a nueve puntos del Madrid, que, por su parte, sufre confusiones en la media. El partido comenzará a las cinco de la tarde.

Luis achaca al barro y a las ocasiones perdidas las últimas derrotas del equipo lejos del Calderón, que han dejado al Atlético fuera de la lucha por el título. El conjunto ha disminuido su rendimiento en los segundos tiempos, pese a que se había caracterizado en los últimos años por todo lo contrario. La explicación puede encontrarse en un cambio del sistema de preparación física llevado a cabo esta temporada.En este sentido, Ángel Vilda, el preparador físico y uno de los responsables del buen tono del Atlético en las últimas campañas, admite: "En efecto, este año no podíamos quedar fuera de la competición europea en la primera eliminatoria, con el Celtic, y tuvimos que preparamos para evitar eso. Afortunadamente, salió bien. Por contra, no creo que esto influya negativamente a estas alturas. El equipo sigue preparado para llegar en plenitud a marzo y abril, aunque, por las características de nuestros jugadores, los meses de diciembre y enero, con lluvias y barro, nos perjudican".

La alineación del Atlético está condicionada por la baja de Quique, ausente desde hace cuatro encuentros por lesión y jugador clave en el sistema de presión y salida en contragolpe por la izquierda. Por esa banda el Atlético ya venía acusando, de visitante, la ausencia del desmarque de Hugo. Con todo ello ha acabado por perder su mejor baza en los desplazamientos: el ala izquierda. De local, el equipo encuentra más variantes en el ataque por la presencia y la calidad de Setién y Da Silva.

Luis, que no adelantó su equipo, hará jugar hoy a Fillol (1); Tomás (2), Arteche (4), Ruiz (5), Clemente (3); Julio Prieto (8), Landáburu (10), Setién (6), Marina (11); Cabrera (7) -aunque arrastra molestias en un tobillo- y Da Silva (9), con la opción clásica para el hábil Rubio, convocado junto a Mejías, Pedraza, Mínguez y Balbino.

Conocimiento mutuo

En el Madrid, Luis Molowny tampoco facilitó la alineación, pendiente de la duda entre Agustín y Ochotorena bajo el marco. Agustín ha rendido bien desde que Ochotorena se lesionó en Valencia, pero éste llevaba hasta entonces una excelente campaña. Molowny sólo se salió de la línea tópica en sus declaraciones al permitirse decir, tras el entrenamiento de ayer: "Estos choques son como una partida de poker, en la que todos nos conocemos, aunque siempre puede surgir alguna sorpresa".

El amplio conocimiento de las cualidades y defectos del rival pasa por unas buenas relaciones incluso entre varios jugadores de un equipo y otro, si bien en los comentarios internos de cada vestuario se dejan deslizar frases significativas. Así, algunos madridistas suelen referirse a los defensas del Atlético como los Dalton, curiosa paradoja cuando los propios rojiblancos llaman Lucky Luke al lateral Tomás, mientras que en el Atlético algunos hablan, cuando llegan estos partidos, de "la mafia blanca".

El Madrid de los últimos encuentros -Santander y Zaragoza- ha mantenido un excelente tono físico en los segundos tiempos y su impresionante capacidad para crear ocasiones y golear sigue siendo su mejor arma. Sin embargo, parece atravesar momentos de confusión en la media, en la que Gallego no alcanza la altura que se exige en el conductor de juego de un equipo que quiere ser campeón y Juanito, en espléndido momento de forma, da la impresión de intentar comer terreno por el centro al propio Gallego o a Michel desde su posición de interior izquierdo. Valdano supone el equilibrio de apoyo en la zona, Hugo no se mueve a gusto en este esquema y Butragueño queda a expensas de que se le encienda la chispa.

Aun así, el Madrid ha mantenido una buena trayectoria desde que eliminó de la Copa de la UEFA al Borussia Moenchengladbach. El equipo estará integrado probablemente por Agustín (1); Chendo (2), Sanchis (5), Maceda (4), Camacho (3); Michel (8), Gallego (10), Juanito (6), Valdano (11); Butragueño (7) y Hugo Sánchez (9), con Ochotorena, Salguero, Martín Vázquez y Santillana de suplentes. La sorpresa sobre este cuadro base estaría en la inclusión de Salguero o Martín Vázquez por Gallego. Tal decisión estaría determinada por la preocupación de disponer de dos jugadores que marcaran encima a Landáburu y Setién.

Por lo demás, la tensión extradeportiva es evidente. El presidente del Atlético, Vicente Calderón, dijo la pasada semana: "Es curioso que, cuando la Liga entra en la fase decisiva, haya problemas en tres de los cuatro equipos aspirantes y que sólo uno esté a salvo de ello". Las palabras se interpretaron como una insinuación de que el Madrid provoca los problemas en los demás. También ha dicho: "Ramón Mendoza quiere cortar todos los árboles del bosque". Mendoza, el presidente del Madrid, ha replicado: "No estamos dispuestos a que nadie nos utilice para ocultar sus males", "ellos son los que provocan", "se definen como vecinos cuando les representa el Barcelona en los sorteos de las copas de Europa"... Para acabar de arreglar el asunto, Juanito ha terciado: "Hay directivos del Atlético que son antimadridistas y, además, probarcelonistas".

Mendoza ya ha anunciado que no irá al partido. Tiempo atrás, los encuentros de rivalidad solían estar precedidos de una comida compartida por los presidentes. Ahora eso es impensable.

El encuentro no se televisará para México: el Atlético pidió ocho millones, a través de un representante del Madrid, que se negó a pagar Televisa.