'Islas de calor'
La mala ordenación de los edificios de Madrid provoca la creación de islas de calor, o lugares donde se incrementa la temperatura sobre el resto de la ciudad, según escribe en el último número de la revista Arbor, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Antonio López Gómez, catedrático de Geografía de la universidad Autónoma, informa Efe.
"Adernás de la contaminación, también se modifican elementos del clima, tanto en invierno como en verano, debido a la masa y disposición de las edificaciones", afirma el profesor.
En la dirección NorteSur destaca la isla de calor del paseo de la Castellana, entre las plazas de Cuzco y Cibeles, con una disminución rápida en el paseo del Prado por la influencia de los jardines y el menor volumen de los edificios. La calle de Alcalá -entre Ventas y Sol- y el tramo medio de la Gran Vía, en la dirección Noreste-Suroeste, soportan al menos cuatro grados más que el resto de la ciudad. Según estas investigaciones, un lugar singular por su alta temperatura es la zona de la Telefónica, cuya fachada orientada al Sur lanza profundos destellos de calor.
Una inversión térmica se produce, sin embargo, en la vaguada del río Manzanares, y especialmente en el puente de Segovia, con un desnivel de 65 metros con respecto a la Puerta del Sol y una temperatura de cinco grados menos. López Gómez considera que "el efecto de la inversión interviene en la penetración de aire frío del exterior, puesto que en el puente de Praga, aguas abajo y ya más dentro de la ciudad, la diferencia con respecto a éste es de cuatro grados. Como consecuencia, aparece una isla de calor secundaria en los barrios al otro lado del río, y se aprecian también microislas de calor, de unos cuatro grados, en las localidades de los alrededores de Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Alcorcán y Getafe".
