Madrid salda su deuda con Cervantes

A mediados del pasado mes de marzo comenzaron las obras de construcción del Museo de Cervantes, en los solares donde se imprimió en 1605 la primera edición de El Quijote, en la calle de Atocha, 85, de Madrid. El Ministerio de Cultura ha cedido 46 millones de pesetas para acondicionar lo que queda del hospitalillo de El Carmen, en la esquina de la Costanilla de los Desamparados. Las obras se prolongarán durante un año.

El comienzo de las obras se produce después de más de dos años de trámites administrativos. La, idea original de construir un museo partió de la Sociedad Cervantina, entidad privada fundada en 1953 por Luis Astrana Marín y de la que formó parte, entre otros, el doctor Marañón. Desde 1955 la asociación es propietaria del solar de Atocha, 85, cedido por Hacienda. Fue allí donde antiguamente estuvo radicado el taller del segoviano Juan de la Cuesta y donde se imprimió la primera edición de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, entre diciembre de 1604 y enero de 1605.El proyecto del museo estuvo dormido hasta finales de los años setenta, cuando el Rey se interesó personalmente por su desarrollo, estando Javier Tussell en la Dirección General de Bellas Artes. De esta forma se repetía la historia del museo cervantino de Valladolid, inaugurado en 1918 después de que Alfonso XIII mediara personalmente en la compra de la casa donde viviera unos años el escritor.

Los restos actuales del edificio no son las ruinas de la imprenta de Juan de la Cuesta, sino de construcciones edificadas en el siglo XVIII para hospital de enfermos incurables, según Juan José Aracil, arquitecto responsable del proyecto. No obstante, se conservará la estructura, por motivos estéticos más que históricos, del taller original.

La Sociedad Cervantina dispone del solar, la fachada y una recoleta capilla barroca interior de autor desconocido. En esta parte se construirá el Museo de Cervantes. El hospitalillo pertenece a los Cruzados de la Fe, que pretenden fundar su propio museo de pasos procesionales.

La primera fase de construcción y reconstrucción afecta sobre todo al futuro museo cervantino. La sección posterior del hospital quedará cerrada por el momento, en espera de una futura remodelación.

Imprenta del XVII

El Museo de Cervantes albergará en la planta baja unas pequeñas salas de exposiciones, con una superficie de 80 metros cuadrados Desde la calle de Atocha, y a través de la actual puerta de la fachada, se podrá contemplar una imprenta del siglo XVII, que el presidente de la Sociedad Cervantina, Juan Antonio Cabezas, pretende traer de Valencia bajo los auspicios de la Fundación Juan March, y que será uno de los platos fuertes del museo.

En los otros pisos se constituirán las oficinas y administración de la sociedad, así como la biblioteca, sala de lectura y archivos. Mención aparte requiere el teatro de bolsillo, con capacidad para 84 personas, a las que se podrían añadir otras tantas tan pronto finalicen las obras de la segunda fase. El teatrillo servirá para representar entremeses cervantinos y como sala de conferencias.

Acerca del material de exposición aún no hay nada decidido, aunque los cervantinos gestionarán con la Biblioteca Nacional algún préstamo o depósito de materiales y libros relacionados con el autor alcalaíno. "En manos de sus directivos", dicen los promotores del nuevo museo, "está ser generosos con este proyecto, al que la exposición de algún incunable puede dar prestancia y capacidad de atracción".

La Sociedad Cervantina pretende constituir también un patronato al modo, de otras instituciones para gestionar el museo. Entre sus labores estará, sin duda, recopilar los materiales necesarios para hacer de sus instalaciones paso obligado de los estudiosos de Cervantes. Como dice Juan Antonio Cabezas, el Museo de Cervantes "saldará la deuda que tiene Madrid con el autor de El ingenioso hidalgo... ". Es muy probable que el 23 de abril de 1986, Madrid pueda celebrarse el aniversario de Cervantes en su propio museo.