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Helmut Kohl,

canciller de la República Federal, ha quedado en evidencia como cazador con pólvora ajena. Hace unas semanas se celebró en la RFA una colecta nacional: "Un día para África", para recaudar fondos con destino a las regiones hambrientas. Kohl apareció en las cámaras del telediario metiendo, antes de la reunión del gabinete, 300 marcos (16.500 pesetas) en la hucha que le presentaron, al mismo tiempo que decía: "Ha llegado el momento de hacer una buena obra". Ahora se ha descubierto que los 300 marcos eran del contribuyente. Kohl los cobró después del erario público, del fondo de libre disposición ...

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canciller de la República Federal, ha quedado en evidencia como cazador con pólvora ajena. Hace unas semanas se celebró en la RFA una colecta nacional: "Un día para África", para recaudar fondos con destino a las regiones hambrientas. Kohl apareció en las cámaras del telediario metiendo, antes de la reunión del gabinete, 300 marcos (16.500 pesetas) en la hucha que le presentaron, al mismo tiempo que decía: "Ha llegado el momento de hacer una buena obra". Ahora se ha descubierto que los 300 marcos eran del contribuyente. Kohl los cobró después del erario público, del fondo de libre disposición que tiene la cancillería. Otros dos mínistros que hicieron un donativo, Norbert Bluem, de Trabajo, y Juergen Warnke, de Cooperación Económica, lo pagaron de su bolsillo, sin pasar la cuenta al Ministerio.

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