Descubiertas en Teruel pinturas rupestres de la edad del bronce

ZaragozaUn conjunto de pinturas rupestres del llamado arte esquemático, pertenecientes a la Edad del Bronce y cuya antigüedad se localiza entre el cuarto y tercer milenio antes de Cristo, han sido descubiertas en las cercanías de Albalate del Arzobispo (Teruel). La importancia histórica y artística de este hallazgo fue confirmada por el profesor de la universidad de Zaragoza y especialista en arqueología Antonio Beltrán Martínez, quien ha estudiado las pinturas y prepara un detallado Informe sobre ellas.

Las pinturas, en las que se ven reflejadas tres etapas de la Edad del Bronce...

ZaragozaUn conjunto de pinturas rupestres del llamado arte esquemático, pertenecientes a la Edad del Bronce y cuya antigüedad se localiza entre el cuarto y tercer milenio antes de Cristo, han sido descubiertas en las cercanías de Albalate del Arzobispo (Teruel). La importancia histórica y artística de este hallazgo fue confirmada por el profesor de la universidad de Zaragoza y especialista en arqueología Antonio Beltrán Martínez, quien ha estudiado las pinturas y prepara un detallado Informe sobre ellas.

Las pinturas, en las que se ven reflejadas tres etapas de la Edad del Bronce y cuya antigüedad oscila entre 3.000 y 1.000 años antes de Cristo, se hallan en una oquedad al aire libre.

"El lugar es inaccesible en la actualidad, aunque puede que antiguamente sí lo fuera", según el profesor Beltrán, quien ha añadido que hasta ahora es el hallazgo más importante de la pintura esquemática de esta época encontrado en Aragón. El profesor matizó que se trata de una época mal conocida y que estas pinturas "pueden hacer cambiar algunos conceptos al respecto".

El conjunto presenta algunas figuras humanas esquematizadas, además de animales, astros y diversos signos que convierten el hallazgo en una muestra excepcional del arte esquemático, cuyo origen más antiguo está situado en el Oriente Próximo.

Las pinturas más antiguas están realizadas en rojo y el resto en negro. Aparece un signo astral, varios cuadrúpedos, un toro y un caballo que se identifican con claridad, y diversas estilizaciones de figuras humanas en forma ancoriforme y arborescente, entre otras.

El profesor Beltrán Martínez cree que el lugar se enmarcaría en el contexto de un antiguo santuario, frecuentado durante generaciones.