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Anulado el vuelo del 'Challenger' que debía llevar a bordo a un senador norteamericano

La misión del transbordador espacial norteamericano Challenger que debía comenzar el próximo viernes ha quedado anulada, anunció la agencia espacial norteamericana (NASA) en la madrugada del viernes. Problemas surgidos en las baterías de uno de los satélites que iba a poner en órbita la nave han Nevado a esta decisión, que deja en tierra, por el momento, al primer astronauta francés en una misión espacial norteamericana, Patrick Baudry, y al senador norteamericano Jake Garn.

La NASA ha precisado que combinará ciertos elementos de esta misión con otros de la misión del Discovery que debía comenzar el próximo 22 de marzo. Esta última también ha sido suspendida y se ha de fijar una nueva fecha para su comienzo. La NASA tomará la próxima semana la decisión sobre la tripulación del vuelo del Discovery y su fecha de lanzamiento.La misión del Challenger había sufrido ya varios retrasos por problemas técnicos diversos. El pasado miércoles, la NASA anuncié que no cargaba bien una de las baterías del segundo satélite de la serie TDRS, el TDRS-B, valorado en 100 millones de dólares (18.000 millones de pesetas), que debe formar parte de una red vital para las comunicaciones espaciales.

El satélite dispone de tres baterías de cadmio-níquel, que le proporcionan la energía eléctrica que necesita cuando no se encuentra expuesto a la luz solar. Además, según la NASA, se han descubierto recientemente problemas en el control del primer satélite de la serie, el TDRS-A, puesto en órbita hace ahora casi dos años.

La misión debía, con una tripulación de siete personas, entre ellas una mujer, poner en órbita dos satélites, el TDRS-A y otro de comunicaciones para el Gobierno canadiense. Este último será probablemente incluido en el próximo vuelo del Discovery.

Explicaciones a Francia

Además, el astronauta francés debía realizar varios experimentos científicos. La anulación de la misión será discutida el próximo miércoles en Washington durante una reunión entre representantes de la NASA y del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, encabezados por su director general, Frederic d'Allest.D'Allest quitó ayer importancia a la anulación y señaló el "correcto" comportamiento de la NASA, a la vez que afirmaba que el programa de cooperación espacial entre Francia y Estados Unidos no sufriría por este contratiempo. De haberse llevado a cabo la misión, Francia se habría convertido en el primer país en tener astronautas en vuelos norteamericanos y soviéticos. En 1982 un astronauta francés, Jean-Loup Chretien, participó en una misión soviética a la estación espacial Salyut 7.

Por su parte, el senador Jake Garn, republicano por el Estado de Utah, había insistido a la NASA para que le permitiera realizar el vuelo y se había prestado para ser sujeto de experimentos relacionados con las alteraciones sufridas por el organismo humano en el espacio. Garn es presidente de la comisión del Senado que supervisa el presupuesto de la NASA.

Los observadores señalan que sólo un éxito en las próximas misiones de los transbordadores puede devolver a la NASA un prestigio adquirido durante decenas de años de investigación y a punto de perderse en la actualidad por los numerosos problemas encontrados en este ambicioso programa. La agencia espacial norteamericana se enfrenta a la competencia de las fuerzas aéreas norteamericanas, que han decidido desarrollar nuevos modelos de cohetes lanzadores de un solo uso, y de la Agencia Espacial Europea, con su lanzador Ariane.

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