Pasajes incómodos

"La ley (en referencia a la ley orgánica de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado) se encuentra en curso de elaboración, por lo que nos limitaremos a apuntar los criterios que la han inspirado y las grandes líneas directrices que la estructuran", se afirma en el capítulo 31 (el primero de los añadidos por la Dirección de la Seguridad del Estado a la edición original) de La Constitución y la función policial.En este mismo capítulo, en el que se recoge la doctrina del ministerio sobre Democracia y policía, los autores escriben sobre el texto de la ley: "Como lógico desarrollo de lo establecido ya en la Constitución y en los Estatutos de Autonomía, los Cuerpos de Seguridad quedan organizados a tres niveles: a) Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad dependientes del Gobierno de la Nación. 1. Cuerpo Nacional de Policía, surgido de la fusión del Cuerpo Superior de Policía y de la Policía Nacional. Es un instituto armado de carácter civil bajo la disciplina del Ministerio del Interior. 2. Guardia Civil, instituto armado de naturaleza militar, bajo dependencia de los Ministerios del Interior y de Defensa. b) Los Cuerpos de Policía dependientes de las Comunidades Autónomas, cuyas funciones se recogen en los respectivos Estatutos autonómicos y en la Ley Orgánica que los regula. Cuando no exista Policía autonómica, puede adscribirse una unidad del Cuerpo Nacional de Policía al poder ejecutivo autonómico en cuestión. c) Los Cuerpos de Policía dependientes de las Corporaciones locales, con funciones enmarcadas por esta ley y señaladas por las disposiciones legales o reglamentarias pertinentes. Las Comunidades Autónomas ejercen tareas de coordinación de las policías locales."

En uno de los artículos de Policía y sociedad democrática, el dedicado a Los orígenes del aparato policial en España, se lee en la página 67 una cita del libro de Jordi Maluquer El socialismo en España (Barcelona, 1977), en la que se expone el contexto del nacimiento de la Guardia Civil: "La configuración del Estado liberal por parte de la nueva burguesía terrateniente se ajustó básicamente a la tarea de asegurar las condiciones necesanas para la reproducción del sistema: mantener el orden recién establecido y permitir la acumulación. Las medidas más destacadas que tomarían los gobiernos que se sucedieron desde 1837 no harían sino reafirmar el modelo liberal adoptado, reforzar su propio control sobre las distintas nacionalidades y sobre las clases subalternas mediante la centralización y el incremento de su capacidad represiva y fomentar el desarrollo del capitalismo agrario y la creación del mercado nacional".

En el capítulo El modelo policial español, su autor, Jaume Curbet, asesor del Departamento de Gobemación de la Generalitat, dice: "La Guardia Civil sólo perderá la razón de ser si se abandona el proyecto unitarista, centralista y autoritario que la hizo necesaria. En cierta forma, pues, estaríamos en condiciones de afirmar que la desaparición de la Benemérita estaría implícita en el momento en que se decidiera avanzar hacia la construcción de un verdadero Estado federal en el contexto de una sociedad abierta y libre".