Cartas al director

Alberti y su 'Comienzo por el final'

Un elemental deber moral justifica mi intervención, a título de réplica, al cúmulo de afirmaciones e inexactitudes vertidas por el poeta Alberti en su ya vapuleado artículo Comienzo por el final (EL PAIS del 6 de enero).Soy el último superviviente de las personas que en marzo de 1939 constituirnos en Madrid el Consejo Nacional de Defensa. De los actos de aquel último Gobierno de la República nos hicimos responsables solidarios, en su momento, todos sus integrantes. Lógico es que, aun tras 45 años, yo siga manteniendo en esta ocasión, o en cualquier otra que pudiera presentarse, mi bien ...

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Un elemental deber moral justifica mi intervención, a título de réplica, al cúmulo de afirmaciones e inexactitudes vertidas por el poeta Alberti en su ya vapuleado artículo Comienzo por el final (EL PAIS del 6 de enero).Soy el último superviviente de las personas que en marzo de 1939 constituirnos en Madrid el Consejo Nacional de Defensa. De los actos de aquel último Gobierno de la República nos hicimos responsables solidarios, en su momento, todos sus integrantes. Lógico es que, aun tras 45 años, yo siga manteniendo en esta ocasión, o en cualquier otra que pudiera presentarse, mi bien probada responsabilidad solidaria.

No voy a insistir apoyando cuanto exponen don Jesús V. Casanovas, de Barcelona (EL PAIS del 19 de enero) , y don Eduardo Peña (EL PAIS del 22 de enero) en torno al artículo de Alberti. Sólo agregaré, como colofón a lo que dice el señor Peña refiriéndose al encargado de negocios de la Embajada de Chile en Madrid, don Carlos Morla Lynch, que gracias a este caballero ejemplar pudieron refugiarse en los locales de su embajada 39 republicanos españoles tras la entrada de Franco en Madrid.

Para todos ellos consiguió el señor Morta su evacuación y traslado a Chile. Entre éstos figuraba el amigo de Alberti y amigo mío Arturo Soria, a quien, al correr de los años, pude abrazar en la capital de aquel país.

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Del artículo de Alberti he de resaltar tan sólo 17 palabras que, transcritas, dicen: "El primer acto del Gobierno casarista fue fusilar a los mejores jefes de la defensa de Madrid...". Afirmación de 17 palabras que no quiero comentar. Basta con hacer. emerger, sin acritud alguna, dos interrogantes: ¿estaría el poeta Alberti en condiciones de poder hacer públicos los nombres de "los mejores jefes de la defensa de Madrid fusilados? Si puede, su deber sería hacerlo. Pero si no puede, y manejando como maneja y domina nuestro idioma, ¿qué tipo de léxico utilizaría para definir y calificar su afirmación?

Bueno sería que el buen poeta tomase la palabra, que, al decir de nuestra insigne María Zambrano, "la palabra es la luz de la sangre".- José del Río.

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