El PSOE de Madrid tomará una decisión sobre el recargo regional del 3% en el IRPF antes de que termine el mes

La Federación Socialista Madrileña (FSM-PSOE) estudia la posibilidad de imponer, mediante una ley de la Asamblea regional, el recargo del 3% en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), pedido por seis ayuntamientos de la zona sur del área metropolitana (véase EL PAÍS del martes), según confirmó ayer su secretario de Política Municipal, Juan Barranco. El recargo, sobre el que la FSM tomará una decisión antes de fin de mes, sustituiría a la mayor parte de los impuestos y tasas municipales vigentes y "no aumentaría la presión fiscal". Portavoces de los grupos Populsir y Comunista se mostraron ayer contrarios a la propuesta, que un representante del PCE calificó de "auténtico despropósito.

Los alcaldes socialistas de Madrid, que suman 53, de los 178 de la provincia, celebraron ayer por la tarde una reunión en la que estudiaron, entre otros asuntos, el proyecto de recargo fiscal. Juan Barranco, que ocupa la primera tenencia de alcaldía del Ayuntamiento de Madrid, además de la secretaría de Política Municipal de la FSM, declaró ayer que el proyecto de generalizar el recargo del 3% sobre el IRPF se desarrollará, en caso de que lo apruebe el partido socialista, mediante una ley de la Asamblea. En virtud de esa ley, el recargo afectaría de forma obligatoria a todos los municipios de la región. Barranco aseguró que la propuesta de los seis ayuntamientos del sur de Madrid "responde a un problema generalizado de las corporaciones locales, que tienen un sistema retributivo y fiscal muy complejo e incluso disparatado, generador de constantes molestias para el ciudadano".

Barranco precisó que no se ha producido todavía una decisión de la FSM al respecto, pero recordó que existen dos proyectos de ley que deben simplificar y racionalizar los ingresos municipales: el de Régimen Local, ya en trámite de ponencia en el Congreso, y el de Financiación de las Haciendas Locales, que previsiblemente será presentada antes de que finalice el año. "Estoy dispuesto a avanzar un peón en la dirección de esas leyes", añadió Barranco, "y de sus objetivos: simplificar el sistema recaudatorio y ayudar a los ayuntarniéntos que sufren mayores dificultades económicas".

Despropósito

"En todo caso, si seguimos adelante con el recargo, no aumentará la presión fiscal. Será a cambio de eliminar tasas e impuestos municipales por un valor equivalente", aseguró Barranco; "el nuevo impuesto no puiede sumarse a los que existen". El primer teniente de alcalde de Madrid cree que en un futuro próximo la engorrosa acumulación de impuestos y tasas municipales que el ciudadano sufre debe ser sustituida por un sistema basado en sólo dos conceptos, la contribución urbana y el recargo sobre el IRPF. "Con este sistema, el ciudadano tendría que ocuparse de dos pagos y tendría garantizados todos los servicios".Emilio Ramón Rodríguez, diputado del PCE y vicepresidente tercero de la Asamblea de Madrid, calificó de despropásito la eventual imposición de un recargo regional sobre IRPF.

"El recargo supondrá un aumento de la carga impositiva, obviamente", argumentó el diputado comunista. "En España lo único que se tiene la seguridad de cobrar es lo que se resta de la nómina de los trabajadores. Creemos que en vez de rascar más las nóminas hay que combatir el fraude fiscal y comprometerse a invertir un porcentaje de lo que se obtenga en las áreas más deprimidas de la región".

Emilio Ramón Rodríguez añadió que el proyecto parece más una iniciativa de imagen, profundamente regresiva, por otra parte, que un respuesta seria a los desequilibrios de la región y al relanzamiento de la inversión desde los poderes públicos".

Un portavoz del Grupo Popular, a su vez, reiteró la crítica de la oposición conservadora a cualquier iniciativa que aumente la presión fiscal. Luis María Huete, de Unión Liberal -partido coligado con AP y PDP-, aclaró que el grupo no ha estudiado la posibilidad de la imposición del recargo, "aunque en todo caso mantendremos nuestros principios: desacuerdo con el aumento de los impuestosy máximo respeto a la autonomía municipal". Huete criticó también los anunciados criterios de reparto del fondo de solidaridad regional, "a los que en todo caso habría que añadir muchos correctores para impedir que los municipios peor gestionados o menos ahorradores resulten beneficiados".