Grupos anticatalanistas insultaron a las autoridades que celebraban en Alicante la fiesta autonómica

Unos dos centenares de anticatalanistas insultaron e intentaron agredir a las autoridades autonómicas en los actos conmemorativos de¡ 9 de Octubre, fiesta oficial de la Comunidad Autónoma Valenciana, en conmemoración de la toma de Valencia por Jaime 1 en 1238, que se celebraron ayer en Alicante. El presidente de la Generalitat valenciana, Joan Lerma, del PSOE, cambió el discurso que iba a pronunciar inicialmente, en valenciano -la lengua catalana con la fonética propia valenciana- y que llegó a ser distribuido a los medios informativos, por otro más breve en castellano y con los dos últimos párrafos en valenciano.

Este hecho se produce cuando la Generalitat acaba de iniciar una campaña publicitaria de promoción de la lengua autónoma bajo el lema Parlem Valencià (Hablemos valenciano).El traslado de la bandera de la ciudad de Valencia a Alicante y la consiguiente supresión de la tradicional 'Procesión cívica', que se venía celebrando en esta fecha, hizo que los grupos anticatalanistas -conocidos popularmente como blanveros (de blau, azul)- que solían insultar a las autoridades de izquierdas durante la celebración de esta efemérides, se trasladasen a Alicante.Accesos controlables

Pese a que los accesos al Castillo de Santa Bárbara, donde se celebró una recepción y Lerma pronunció el discurso, son muy fáciles de controlar, una cincuenta personas de estos grupos consiguieron introducirse en el interior. El alcalde de Alicante, José Luis Lassaletta, culpaba de ello a la Policía Nacional, y el gobernador civil, Octavio Cabezas, a la Policía Municipal.

Finalmente la Policía Nacional desalojó a estos grupos cuando ya había comenzado la recepción y los actos se desarrollaban con normalidad. Ello no impidió que, a la llegada al castillo, algunos consejeros del Gobierno autónomo, como Cipriá Ciscar o Segundo Bru, fuesen insultados y acusados de catalanistas, y que el coche del primero fuese golpeado con de las banderas autonómicas que portaban los integrantes de estos grupos.

También fue repetidamente insultado el rector de la Universidad de Valencia, Ramón Lapiedra. A la recepción asistió un millar de personas, aproximadamente.