Comprar con el rumor y vender con la confirmacion
Un consejo de los tradicionales bolsistas afirma que conviene "comprar con el rumor y vender con la confirmación". Así parece hacer sucedido en la sesión de ayer, ya que la firma -después de semanas y semanas de tira y afloja- del acuerdo económico y social ha coincidido con un pequeño aluvión de realizaciones de beneficios.¿Pura casualidad? La inflexión a la baja -que ya estaba pronosticada desde hace más de una semana- tiene sus propias razones. Por una parte, muchos operadores han venido descontando los efectos beneficiosos del AES jornadas atrás, por lo que su impulso alcista se ha diluido.
Además, y aquí se encuentra la base de la rebaja, las ganancias acumuladas son muy sustanciales, y tampoco se prevé en el horizonte inmediato ninguna señal que aconsejase retrasar la realización de beneficios.
Incluso más. Algunos operadores se han quedado con cierto regusto de incertidumbre ante el balance de la confrontación televisiva entre Reagan y Mondale. En unos momentos en que todo parece apuntar hacia la victoria del actual presidente norteamericano, la posterior encuesta de Newsweek, con un 35% de votos favorable a Reagan y un 53% favorable al candidato demócrata, sembró las dudas respecto a un resultado excesivamente cantado.
Pero, a pesar de las nubes y de la lluvia, no existen demasiados motivos de alarma. El recorte, no por menos esperado, ha dejado de sorprender a bastantes operadores, pero el alto nivel de contratación de los días anteriores -2.948,6 millones de pesetas efectivas el lunes- demuestra que existen fuertes posiciones, especialmente en eléctricas y bancos. El barómetro de las compras a crédito va por esos mismos derroteros, ya que de los 611,7 millones de pesetas contratadas el lunes casi todo el dinero se dirigió a las eléctricas (y a Telefónica, que recolectó 227,4 millones).
Ante esa situación, no es fácil que los cambios desciendan mucho más, a pesar de que en la jornada de hoy pueden repetirse las presiones bajistas del mismo talante que ayer; es decir, de poca cuantía, como si hubiera sido un intento deliberado de presionar a la baja, ya que muchos cambios se han establecido mediante la transacción de muy pocos títulos de carteras que continúan a tope.
Los más prudentes opinan que las ganancias acumuladas favorecerán mayores realizaciones -sobre todo de cara a las futuras ampliaciones- y que, en todo caso, la etapa de subidas indiscríminadas para todos los valores ya se ha terminado. A partir de este momento comienza la fase de elevaciones selectivas para aquellas sociedades que presentan un perfil económico realmente consolidado.
Muchos operadores esperar. con cierta impaciencia el desarrollo de la sesión de hoy, ya que consideran que el mercado, aunque no ha perdido su fortaleza, está sujeto a algunas presiones poco definidas, y que el descenso de ayer no se puede explicar solamente por las órdenes que aquellos que continuaban pensando que la firma del AES les iba a permitir vender dos o tres puntos por encima de la jornada precedente. Algunos debían presagiar la borrasca fiscal que amenaza con remojar el patio.
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