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Lo que vale Hong Kong

Enrique IV de Francia ofreció en una ocasión una sólida razón para justificar su conversión al catolicismo: "París bien vale una misa" Con semejante flexibilidad, los dirigentes chinos han llegado a la conclusión de que merece la pena consentir un Hong Kong con tribunales al estilo occidental y libertades democráticas con tal de que la colonia mantenga su prosperidad y riqueza. Aunque aún quedan detalles sin resolver, el acuerdo conseguido sobre el futuro de Kong Kong es una muestra del realismo de las diplomacias británica y china.Ambos Gobiernos han acordado que, tras los 99 años de administración británica de Hong Kong, que se cumplirán en 1997, se garantizará a la colonia un período de 50 años más de existencia capitalista. Aunque Hong Kong comenzará a existir bajo la enseña roja, sus cinco millones de habitantes tendrán asegurada la autonomía administrativa, con pleno control sobre la política comercial y económica, y seguirán disfrutando de libertad en sus desplazamientos, así como de un sistema jurídico de corte británico.

( ... ) Aún quedan tres grandes cuestiones por acordar: ¿quién controlará los prósperos derechos de aviación de la Colonia? ¿A quién pasará la propiedad una vez que la Corona británica deje la posesión? ¿Cuáles serán los derechos ciudadanos de los dos millones de residentes en Hong Kong que disponen de pasaporte británico?

Es posible que Pekín tolere más fácilmente el capitalismo que el pluralismo político: Hong Kong genera la tercera parte de los intercambios internacionales de China, lo que le convierte en una valiosa puerta de cara a los mercados occidentales. Ni siquiera Mao Zedong quiso interferir en la colonia, aunque siempre se negó a un tratado que la convirtiera en desigual con respecto al resto del territorio chino. Y es que incluso con las dudas aún irresueltas sobre el futuro, las importaciones y exportaciones de Hong Kong han seguido aumentando, en un 30% y un 50%, respectivamente, en relación con las cifras del pasado año.

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Pero la libertad de comercio es una cosa, y la libertad de expresión, otra muy diferente.. Aunque el Gobierno de Hong Kong lo ostenta un gobernador británico, muy pronto se hará preciso establecer un sistema electoral. Y ése es otro punto que aún está por definir con claridad: ¿cuál será la forma de autogobierno de la colonia en el momento en que pase a convertirse en una parte más de China? ( ... )

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