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Urnas y guerra en Centroamérica

Los dirigentes sandinistas de Nicaragua convocan elecciones legislativas y presidenciales para el próximo 4 de noviembre

Los nicaragüenses mayores de 16 años elegirán el próximo 4 de noviembre, antes de lo que se creía, un presidente, un vicepresidente y 90 diputados para un mandato de seis años. La asamblea tendrá el encargo específico de redactar una nueva Constitución durante! !sus primeros 24 meses de trabajo. El anuncio oficial. fue hecho ayer por el comandante Daniel Ortega, coordinador de la Junta de Reconstrucción Nacional, ante más de 100.000 personas congregadas en la plaza de la Revolución de Managua para conmemorar el cincuentenario de la muerte de Augusto César Sandino.

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La fecha de los comicios supone un adelanto de dos meses sobre el año 1985, que se había manejado hasta ahora como plazo electoral en todas las declaraciones gubernamentales. Algunos invitados extranjeros del ámbito occidental han visto en ello un nuevo gesto del Gobierno sandinista ante los apremios que han venido haciendo muy especialmente el grupo de Contadora y la Internacional Socialista para que se institucionalice la democracia en Nicaragua como una contribución al proceso de paz en Centroamérica.Durante una recepción ofrecida el pasado mes de julio en la Embajada de Francia en Managua, el comandante Carlos Bayardo Arce preguntó al embajador norteamericano, Anthony Quainton, qué es lo que podía hacer el Gobierno sandinista para que Washington disminuyera su presión militar sobre el país. El diplomático contestó: "Adelanten ustedes las elecciones".

Se da también la circunstancia de que los comicios nicaragüenses se desarrollarán justamente dos días antes de que los ciudadanos norteamericanos elijan a su presidente. No se puede descartar que el Gobierno de Managua trate con ello de evitar cualquier aventura militar de una Administración Reagan eventualmente confirmada en las urnas.

Legitimidad del proceso

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A partir de ahora la pugna se establecerá, sin duda, en torno a la legitimidad del proceso electoral. Ya desde que se formuló el anteproyecto de ley de elecciones, la oposición de derecha ha planteado severas críticas, rápidamente secundadas por los funcionarios norteamericanos. La denuncia más insistente se centra en la confusión entre partido sandinista y Estado, lo que tiende a anular el espacio político de la oposición. No falta quien ve en ello la sombra del sistema mexicano, donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) maneja todos los resortes del aparato gubernamental.

El comandante Daniel Ortega, que con toda probabilidad será el candidato sandinista a la presidencia., con Sergio Ramírez como compañero de fórmula, destacó en su discurso que la democracia que se va a implantar en Nicaragua constituirá un ejemplo para América Latina, pero no por ello va a ser la democracia que trata de imponer Estados Unidos.

Ortega dijo que cristianismo y marxismo forman parte de la democracia sandinista, que significa salud y educación para todos, reforma agraria, organización para el pueblo, derechos a los trabajadores, soberanía nacional y autodeteminación.

Voto a los 16 años

Junto al anuncio de la fecha de elecciones y la promulgación de la reforma del estatuto fundamental, Daniel Ortega proclamó que la amnistía concedida en diciembre a los alzados en armas, exceptuados sus dirigentes, se ampliará hasta el próximo 4 de mayo. Dijo que hasta el momento 806 personas se han acogido a este decreto.

La Junta de Gobierno presentará también al Consejo de Estado una propuesta para rebajar la edad de voto a los 16 años. Dada la composición del organismo que ejerce funciones parlamentarias, se da por seguro que estos jóvenes podrán votar por primera vez el 4 de noviembre.

Esta cuestión ha sido objeto de una cerrada campaña de las Juventudes Sandinistas, que recogieron 60.000 firmas en el país para apoyar su petición. Una vez más los partidos de la derecha se opusieron a esta medida por entender que el Gobierno va a manipular el voto de los más jóvenes a través de un sistema educativo fuertemente politizado. La Iglesia católica tiene, sin embargo, un importante peso en la enseñanza nicaragüense y es de sobra conocida su posición crítica ante el régimen. Frente a las acusaciones de diversos sectores, Daniel Ortega se amparó en la Constitución liberal de 1893, que ya reconoció este derecho a los mayores de 16 años.

El comandante sandinista previno al país ante las nuevas campañas que dentro y fuera del país se desatarán contra este paquete de medidas electorales. "Pero sabemos", añadió, "que cuenta con el respaldo de pueblo nicaragüense y la comunidad internacional. Vamos a echar a andar las elecciones para institucionalizar el proceso revolucionario".

Las elecciones no van a detener, señaló, la agresión norteamericana. Frente a ello, dijo que Nicaragua seguirá el camino de Sandino ("Patria y libertad",- "Patria o muerte"). "No existen", agregó, "caminos que lleven al pasado. Quienes traten de hacerlo se van a volver locos como papalotes (cometas) sin cola". La guerra que libra la actual Nicaragua es la misma guerra, dijo, que libró Sandino, y está financiada "por quienes intentan matar de nuevo a Sandino".

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