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El asesinato de la esposa del industrial Salomo

La policía trabaja con las pistas ya conocidas

La investigación policial abierta para aclarar el asesinato de María Teresa Mestre sigue las pistas ya establecidas durante los días en que duró el supuesto secuestro, según explicó ayer el gobernador civil de Tarragona, Vicente Valero, en una conferencia de prensa. El dispositivo de la Guardia Civil es el mismo organizado durante el supuesto'secuestro y se confla en que las pistas seguidas para descubrir el escondite donde estaba recluida María Teresa Mestre sirva para hallar a los asesinos. Ofcialmente se mantiene la hipótesis de que el secuestro y postenor asesinato ha sido cometido por delincuentes comunes, a los que se supone un conocimiento casi perfecto de los movimientos habituales de la familia Salomó.El gobernador explicó que pese a la primacía de esta las circunstancias que han envuelto la aparición del cadáver de María Teresa Mestre obligan a tomar en consideración otras posibilidades,

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La investigación del asesinato de María Teresa Mestre se centra en una venganza o en la acción de un psicópata

"Por la manera en que ha aparecido el cuerpo podríamos pensar también que se trata de la obra de un sádico o que el hecho tenga alguna relación con la práctica de determinados ritos". Con estas palabras el gobernador pareció aludir especialmente a la existencia de siete monedas de curso legal dentro del guante de la mano izquierda de María Teresa Mestre.

Valero no descartó tampocó que un progresivo estrechamiento del cerco policial haya podido provocar el nerviosismo en las personas que tenían en su poder a la secuestrada. "En estas circunstancias, es posible que en un momento determinado la señora Salomó hiciera algún signo o gesto de huir o de gritar, y respondiendo a un estado de obcecación, los secuestradores la golpeasen, produciendo su muerte y entonces, para mejor ocultar el cuerpo, la hayan descuartizado", dijo el gobernador.

Preguntado sobre si la publicidad dada a la carta que reivindicaba el secuéstro -se exigía 25 millones de pesetas en concepto de rescate- podía haber dificultado la acción policial, el gobernador civil dijo que "nosotros queríamos guardar el escrito algunos días más, pero después, Indudablemente, teníamos que recibir alguna noticia de los secuestradores y no habríamos tenido otro remedio que dar publicidad al comunicado".

En relación con la carta, recibida el lunes de la semana pasada, los cuerpos policiales no han podido comprobar todavía si es auténtica o si, por el contrario, responde a la actuación de unos bromistas de mal gusto que aprovecharon macabramente la oportunidad que deparaba el caso.

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